"A mí el criterio de verdad de la tradición del sentido común y de la filosofía me importa. Yo no estoy dispuesto a sustituir las palabras «verdadero» y «falso» por las palabras «válido»/»no válido», «coherente»/»incoherente», «consistente/ «inconsistente». No; para mí las palabras buenas son «verdadero» y «falso», como en la lengua popular, como en la tradición de la ciencia. Igual en Pero Grullo y en boca del pueblo que en Aristóteles. Los del «válido/»no válido» son los intelectuales, los tíos que no van en serio."

Manuel Sacristán


“No se debe ser marxista; lo único que tiene interés es decidir si se mueve uno o no dentro de una tradición que intente avanzar por la cresta entre el valle del deseo y el de la realidad, en busca de un mar en el que ambos confluyan.”

Manuel Sacristán


"… Perdona que hable como un viejo, pero es que lo soy, y he de recurrir al recuerdo."

Manuel Sacristán


"Por una parte, Hegel recoge los hechos empíricos tal como son, los describe, pero a continuación los sanciona, los santifica por así decirlo, que es el aspecto conservador de su dialéctica, al afirmar que son racionales tal como los hechos son. Pero luego, nuevo plano de crítica que sería el segundo, resulta que la racionalidad de esos hechos —por ejemplo, de la historia griega o de nuestra historia— no es una racionalidad de causas internas a esos hechos sino una racionalidad mística que les viene de que los hechos son concebidos como manifestación de la Idea. Ahora, nueva capa crítica, resulta entonces que la Idea queda reducida en su contenido a los hechos y ya no puede haber objetivos ideales. Lo ideal mismo ha quedado en definitiva, en última instancia, como si Hegel fuera todo lo contrario de un idealista, como si fuera un positivista, reducido a su contenido de hechos falseados, pero perdiendo lo Ideal toda su potencia revolucionaria. O sea, que la última crítica desemboca en la idea de práctica.
Tenía todavía una parte por dar que era sobre problemas actuales. No la voy a dar y no querría terminar, antes de ofrecerme a las preguntas que puedan servir para algo, sin reconocer autocríticamente mi conciencia de un completo fracaso didáctico. Estoy absolutamente convencido de que esta clase está mal preparada para los estudiantes que han asistido a ella porque llevo veintitantos años dedicado a la enseñanza y sé observar caras, y entonces las caras, prescindiendo de los profesores, se han dividido en dos: las de los que sabían bastante más, de los cuales podría señalar inmediatamente tres caras pero no vale la pena decirlo, y han estado sufriendo todo el rato por lo que quedaba sin decir, y las de aquellos, en cambio, para los cuales les he exigido, involuntariamente, una preparación previa que no tenían. El resultado es una verdadera catástrofe didáctica de la que tengo completa consciencia."

Manuel Sacristán
Sobre dialéctica


"Yo veo la situación muy negra. Mi punto de vista es de izquierda social. Desde aquí no veo que nos recuperemos a corto plazo. No lo veo. Ni en el Partido Comunista, ni en los demás de izquierda, ni veo que los movimientos alternativos cuajen todavía. El sindicalismo, que es algo muy importante, tampoco parece estar progresando. CC.OO. y UGT están más o menos paralizadas en sus cifras de afiliación; CNT, igual, y en unas cifras muy pobres para este país; CNT, pobrísimas. Yo, sinceramente, creo que la esperanza es… aguantar. No veo que haya otra alternativa que aguantar y hacer propaganda de izquierda comunista.
Es indignante, es una vergüenza, que en medio de una crisis económica del capitalismo como pocas. De una brutalidad gigantesca, resulta que la hegemonía ideológica es capitalista, en medio del desastre en que vivimos.
Que millones y millones de parados sean compatibles con una hegemonía eufórica de la ideología capitalista. Esto es… sublevante."

Manuel Sacristán











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