Alma moruna

Voy a contarte mi origen: Yo soy hijo de un Rey Moro
para cuya curva daga nadie tuvo rebeldías,
que fue espléndido magnate derrochando su tesoro
y fue un hombre avaricioso para sus melancolías...

De su vida tormentosa supo hacer una leyenda,
y su alma mahometana supo convertirse en luces.
En ninguna parte nadie le hizo deshacer su tienda
ni a su pecho se atrevieron disparar sus arcabuces.

Sólo besó una creencia como un blanco crucifijo;
hacer grande la doliente alma enferma de su hijo,
hacerlo un héroe glorioso y un valiente como él...

¡Mas el hijo, árabe enfermo, aprendiendo sus lecciones,
supo dominar los hombres y conquistar las naciones,
y una noche llevó al padre amarrado a su corcel!

Enrique Cazade



"Nunca te fíes a tu buena suerte,
que a luchar por tu bien Dios te convida:
lucha a brazo partido con la vida;
lucha a brazo partido con la muerte

Todos los bienes el Señor los vierte
sobre la vida para el bien vivida,
y toda la bondad por ti esparcida
en el bien de tu alma la revierte.

Sólo el bien debe ser faro del hombre,
y del faro del bien hacer su puerto
hacia donde su barca se encamina.

Bogar sin tregua hacia su dulce Nombre,
en cuyo seno resucita el muerto,
porque la muerte en él nos ilumina."

Enrique Cazade


"Quiero aprender la cuesta del calvario,
Subir por ella como tu subiste,
Con valor silencioso y temerario,
Señor, yo quiero ser como tu fuiste…"

Enrique Cazade



















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