Amarillos

Qué plenitud dorada hay en tu copa,
árbol, cuando te espero
en la mañana azul de cielo frío.
Cuántos agostos largos, y qué intensos
te han cubierto, doliente, de amarillos.
(…)
Hazte un sol de crepúsculos, ardiente:
ponte verde, amarillo.

Elena Martín Vivaldi


Destino

Entre ti, soledad, me busco y muero,
en ti, mi soledad, mi vida sigo
vencida por tus brazos voy contigo
y allí te aguardo donde ya no quiero. 

Desde siempre en mi calle yo te espero,
y amante de mis noches te persigo,
si alguna vez, dolida, te maldigo,
desde tu ausencia, triste, desespero. 

Me diste la esperanza de tenerte
en mi dolor. Guiada por tu mano
subí los escalones de la muerte. 

Aquí donde a tu sombra soy crecida,
el tiempo, tuyo y mío, va cercano,
dejándome la sangre ya cumplida.

Elena Martín Vivaldi


Ecos I

Tiende hasta el cielo el hombre su mirada.
Sombra de una verdad, feliz querella,
hacia el espacio sube, altiva estrella
por siglos de esperanza contemplada. 

Barco de una ilusión, nave llevada
en velas de su audacia. Si más bella
Venus clava su luz, Ecos destella
con voz ya desde siempre pronunciada. 

Mundos innumerables su presencia
admiten en brillante celosía.
Tendida red adonde amor y ciencia 

reúnen sus mensajes. Como hermana
del total universo, la poesía
canta, en la noche, eterna y sobrehumana.

Elena Martín Vivaldi


El ala de un recuerdo

Como un aire suave que el verano
nos deja entre la carne y acaricia,
trayéndonos, ausente, la primicia
de un otoño amarillo y más cercano.

Como un agua que llega hasta la mano,
sedienta de esperanza, y la delicia
de su frescura por la sangre inicia,
y calma el corazón. Así, lejano,

en brisas de nostalgias florecido,
el ala de un recuerdo, silencioso,
ha rozado mi alma, y, suavemente,

desde el umbral oscuro del olvido,
un sueño, de su noche, milagroso,
llega claro a mi sed con voz ausente.

Elena Martín Vivaldi


"El hombre siente de una manera, la mujer de otra;… El hombre que no consigue su objeto en la vida se aburre; la mujer mucho más, creo yo. Yo soy mujer, muy mujer, lo siento dentro de mí, pero además las circunstancias me han llevado a desear lo que era sólo, hasta ahora, del hombre. Yo quisiera vencer, quisiera una gloria para mí, quisiera luchar y me encuentro con un espíritu doble de mujer, que además gime porque su “yo” femenino le grita a voces que ha equivocado la ruta, mientras que su yo –¿ficticio?– se ríe a carcajadas de aquel –carcajada histérica– haciéndole ver que desde luego ese era su camino, pero que ese, inaccesible, debe dejarlo y tomar el ficticio más difícil pero más alcanzable. Pero, esto es lo trágico, lo que rompe la armonía que de esta desarmonía pudiera surgir ¿es que este segundo camino me ha de satisfacer si lo consigo? o, lo que es más angustioso todavía, ¿me satisfaga o no, lo podré alcanzar? Creo que no. El día que uno sólo de estos “yos” se me impone puedo vivir el día que los dos me agobian, y a los dos veo lejanos, inabarcables, me hundo y ni veo nada que me interesa, y hasta me parece que mi misma risa sería un insulto a mi melancolía."

Elena Martín Vivaldi



"Fingir y ficción son dos palabras de la misma raíz. Y pienso que igual que existe una ciencia-ficción, del mismo modo puede haber una poesía-ficción. Pero así como en todas las historias de ciencia-ficción hay siempre algo de posible verdad proyectada hacia el futuro, igualmente yo, en estos poemas, he procurado dar vida a lo que si, en el momento de su reciente creación, no respondía a una realidad, no es menos cierto que puede tener algún valor de autenticidad, aunque proyectados hacia un lejano pasado. Además, el poeta al escribir puede dar a sus palabras, por la magia de la poesía y también de la técnica, una sensación casi real de lo fingido. Y quizá, hasta consiga convencer al lector de que estos sentimientos, allí expresados, son auténticos y verdaderos."

Elena Martín Vivaldi


Hijo sin vida eres tú.
Hace tiempo que esa estrella
no es realidad, pero es luz.

Elena Martín Vivaldi


"Pues habría, para exponer todo el proceso de creación, que detenerse y explicar cada uno de los poemas. Ya que cada poema es un mundo distinto y requiere una manera y una técnica diferentes. Además, todo poema depende, con frecuencia, del estado de ánimo, de cómo ve el poeta, en un determinado momento, el paisaje, íntimo o exterior, de cada una de sus vivencias."

Elena Martín Vivaldi













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