Amigo poeta

¡Qué sorpresa tan tierna recibí!
Llenó mi corazón, de gratitud
al ver que otra alma, como yo, pregunta,
y no comprende, por qué sucede “así”.

Tu verso me inspira cierta intriga
pues confiando, plenamente, en Dios
te sientes ¿en derrota? ante la vida.

Despierta, poeta soñador,
no hay nada que suceda bajo el cielo
que no esté bajo el control del Creador.

Elena R. Jiménez

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