Amistad

Para Gabriel Lara de la Casa                     
                                                 
Por luz, penumbra y luz después de todo;         
por desear, quebrar la indiferencia;             
por entender, armarse de paciencia;             
por dudar, compartir nubes y lodo.               
                                                 
Por ser, estar, sin importar el modo;           
por avanzar, labrar correspondencia;             
por llorar, medicarnos la dolencia;             
y reir a la par, por sobrio y por beodo.         
                                                 
Por escribir, leer, versos y blancos,           
amar en clave de palabra herida,                 
cruzar complicidades con el codo                 
                                                 
y saber que no basta calzar zancos               
para saltarse el toro de esta vida               
de luz, penumbra y luz, después de todo.  

Francisco Javier Cubero


Despertar

Rara tregua, no amar cuando la luz se impone
y el límite del sueño está vacío
y sin huella su almohada.

Ruido herido al sonar la alarma que dispone
la obligación del día, escalofrío
de la nueva jornada.

Y en la desierta cama
inventar un aroma que no es cierto,
un recuerdo fugaz.

Rara es la noche y ruido la amalgama
de aquel ayer despierto
para el que no hay disfraz.

Francisco Javier Cubero


Precipicio

Blanco el papel y turbia la mirada,
apenas se desvela el pensamiento
que quiere ser palabra en turbulento
afán contra el abismo de la nada.

Blanco el reflejo de ansiedad rasgada,
alba primera, detenido el viento
y enrarecido el aire sin aliento
que contiene la voz de la llamada.

Turbio el deseo de atravesar la sombra
que espesa oculta el halo del sendero
y ante el umbral impone un muro blanco.

Espejismo de cal, desnuda alfombra
que rechaza la mácula en su cero,
es vértigo en el filo del barranco.

Francisco Javier Cubero


VI

No has mirado,
no has querido
mirar, lo sabe el miedo
como la sangre sabe
su camino,
o como el asesino
su lugar
entre sombras de luz
a pleno día.

Francisco Javier Cubero



VII

Sabe el miedo
como sabías tú del
permanente temor en
la mirada,
indefensión ante el color oscuro
de las aguas,
el espacio
profundamente
negro.

Francisco Javier Cubero



VIII

Y la memoria sabe,
por su muñón lascivo,
de todas las ausencias
que se esconden,
también de las presencias
que se niegan,
y ha de cantar
el gallo
hasta tres veces.

Francisco Javier Cubero








No hay comentarios: