Ángel

La orquídea brota mágica y hermosa
si abona ella el jardín con su ternura
y el rúbeo de su cara, hecho mixtura,
Dios toma para dárselo a la rosa.

Mujer tan natural, tan bondadosa,
que todo el que la trata me asegura
tenerla en paradigma de dulzura
y a mí de la fortuna, al ser mi esposa.

Espíritu encarnado en ser humano;
un ángel de la guarda que me vela
y cambia por bondad mis cosas malas.

Por eso, al abrazarla, va mi mano
tocándole la espalda con cautela
a ver si le han brotado ya las alas.

Francisco Pérez Fernández



Compañera

Igual que trema el junco estremecido,
donde se entrega al río la fontana,
mi cuerpo es un temblor cada mañana
cuando eres ave, y pluma yo, en tu nido.

Contigo ansío estar tan confundido
que bronce yo seré si eres campana,
perfume de clavel si alta ventana;
si diana cazadora, ciervo herido.

Hoy somos uno en dos, de tal manera
que a duras penas distinguir consigo
lo mío de lo nuestro, compañera.

Por eso, sin retóricas, te digo
que, si de nuevo al mundo yo viniera
me volvería a confundir contigo.

Francisco Pérez Fernández



Si no duele el amor, no es verdadero
-esa es la principal de las señales-.
Pero el nuestro no es pie sobre cristales
ni es espina clavada en el uñero.

Francisco Pérez Fernández










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