Alojamientos insalubres

Ya somos el ocho, el día del termino:
No tenemos el primer real.
Pero espero a Buitre a pie firme,
Que viene y le tuerzo el cuello.

No son amenazas vanas,
Soy mujer de un obrero.
Chupa la sangre de nos venas,
¡Se venga de un homicida!
Nos pudrimos en esta cloaca.
Nuestros alquileres, de este viejo ladrón
Han pagado la casucha sucia,
Al menos cuatro veces su valor.

Desde veinte anos me lamento
En su hoyo, sin claridad y aire.
Hace cinco veces que nos aumenta.
Al entrar, ya estaba caro.
He pasado allí veinte largas cuaresmas
Pues a que sirve mudarse?
Estos pícaros en todos partes son los mismos,
Uno ya no sabe donde alojarse.

La escalera negra es una vergüenza,
Tan es degradado, pegajoso.
Del lugar, de los plomos cuando el olor sube,
El álcali vos empuña de los ojos.
El hace oro de este cieno,
Tomando la mejor parte del trabajo.
Es una peste que a nosotros alquila
Tiene la tifoidea como arrendatario.

Cual vivienda asquerosa la nuestra:
Un cubo para reventarse.
Todos mis hijos uno después del otro,
Los pierdo en esta casa.
Entre estos cuatro muros verdosos,
La humedad que inhalamos
De los tabiques despega los yesos
Y a nosotros despega los pulmones.

El pueblo odia estos carroñas
Y habla de expropiarlos.
Yo despacho más rápido el trabajo,
Quiero la vida del usurero.
Pobres diablos de inquilinos,
¡Cuando será la revolución!
Suprimir los propietarios,

¿No es la solución?

Eugène Pottier



¿Comuna, dónde estás pues, tú que te habías alzado
Para derribar al monstruo?
¿Dónde están tus defensores?
¿Dónde tu bandera roja y la llama de los
corazones?
¿Reanudarás pronto tu trabajo inacabado?
Su programa era el vuestro,
obreros
Restituir este globo a las manos laboriosas
y rogar a los ociosos
que cambien sus paraderos
y reunir después de siglos sin fortuna
A los pueblos
en uno solo para que cuando el ventanal
La libre humanidad siguiendo su ideal
Exponga al universo esta inmensa Comuna.

Eugène Pottier



Con humos nos emborrachan
Los reyes y los déspotas
¡Fraternidad entre
soldados
Para las guerras acabar!
Si estos caníbales se empeñan
En tener soldados
leales
Sabrán que nuestras balas matan
A nuestros propios generales.

Eugène Pottier



“... Está formada por un grupo de librepensadores que han hecho tabla rasa con toda tradición y no reconocen nada más elevado que la Razón Humana, empeñándose concienzudamente en la búsqueda de la Verdad y la Justicia… Fue en París, durante los últimos días de lucha, cuando en medio de una explosión de júbilo pude ver el grandioso espectáculo de una masonería que se unía a La Comuna, plantando sus estandartes sobre unos muros reventados a cañonazos. Me juré entonces que un día sería uno más de los compañeros de esta laboriosa falange. Hoy me presento a ella. Acogedme…”

Eugène Pottier




L'internationale

Au citoyen Lefrançais, membre de la Commune.

Debout! les damnés de la terre!
Debout! les forçats de la faim!
La raison tonne en son cratère:
C'est l'éruption de la fin.
Du passé faisons table rase,
Foule esclave, debout! debout!
Le monde va changer de base:
Nous ne sommes rien, soyons tout!

Refrain:

C'est la lutte finale:

Groupons-nous, et demain,

L'Internationale

Sera le genre humain

(bis)

Il n'est pas de sauveurs suprêmes :
Ni Dieu, ni César, ni tribun,
Producteurs, sauvons-nous nous-mêmes !
Décrétons le salut commun !
Pour que le voleur rende gorge,
Pour tirer l'esprit du cachot,
Soufflons nous-mêmes notre forge,
Battons le fer quand il est chaud !

(Refrain)

L'État opprime et la loi triche ;
L'Impôt saigne le malheureux ;
Nul devoir ne s'impose au riche ;
Le droit du pauvre est un mot creux.
C'est assez, languir en tutelle,
L'égalité veut d'autres lois ;
« Pas de droits sans devoirs, dit-elle
« Égaux, pas de devoirs sans droits ! »

(Refrain)

Hideux dans leur apothéose,
Les rois de la mine et du rail
Ont-ils jamais fait autre chose
Que dévaliser le travail ?
Dans les coffres-forts de la bande
Ce qu'il a créé s'est fondu
En décrétant qu'on le lui rende
Le peuple ne veut que son dû.

(Refrain)

Les Rois nous soûlaient de fumées,
Paix entre nous, guerre aux tyrans !
Appliquons la grève aux armées,
Crosse en l'air, et rompons les rangs !
S'ils s'obstinent, ces cannibales,
À faire de nous des héros,
Ils sauront bientôt que nos balles
Sont pour nos propres généraux

(Refrain)

Ouvriers, paysans, nous sommes
Le grand parti des travailleurs ;
La terre n'appartient qu'aux hommes,
L'oisif ira loger ailleurs.
Combien de nos chairs se repaissent!
Mais si les corbeaux, les vautours,
Un de ces matins, disparaissent,
Le soleil brillera toujours!

(Refrain)

Paris, juin 1871.

Eugène Edine Pottier


La internacional

versión comunista (la más fiel a la letra original)

¡Arriba, parias de la Tierra.
En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha,
Es el fin de la opresión.
Del pasado hay que hacer añicos,
legión esclava en pie a vencer,
el mundo va a cambiar de base,
los nada de hoy todo han de ser.

¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.
¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.

Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.
Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.

¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.
¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.

La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor.
Nos da derechos irrisorios,
no hay deberes del señor.
Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser,
no más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber.

¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.
¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.

Eugène Pottier



La Internacional
(traducción del Grupo Germinal)
                                      
                                          Al ciudadano Lefrançais,
                                                   miembro de la Comuna.


¡En pie! ¡condenados de la tierra!
¡En pie! ¡esclavos del hambre!
La razón atruena en su cráter:
Es la erupción  final.
¡Del pasado hagamos tabla rasa,

Muchedumbre esclava, ¡en pie! ¡en pie!
El mundo va a cambiar de base:
¡No somos nada, seámoslo  todo!

Estribillo:
                Es la lucha final:
                Agrupémonos, y mañana,
                la Internacional
                será el género humano

(bis)

No hay salvadores supremos:
¡Ni Dios, ni César, ni tribuno,
Productores, salvémonos nosotros mismos!
¡Decretemos el bien común!

¡Para que el ladrón vomite lo robado,
Para sacar el espíritu de la prisión,
Aventemos nosotros mismos nuestra fragua,
Golpeemos el hierro en caliente!

(Estribillo)

El Estado oprime y la ley engaña;
El Impuesto sangra al desgraciado;
Ningún deber se impone al rico;
El derecho del pobre es una palabra hueca.
Ya basta de languidecer bajo tutela,

La igualdad quiere otras leyes;
¡"No más derechos sin deberes”!, dice
" Iguales, ¡no más deberes sin derechos! "

(Estribillo)

Abominables en su apoteosis,
los reyes de la mina y el ferrocarril
¿Alguna vez han hecho algo más
que desvalijar al trabajo?
En las cajas fuertes de la banda
Lo que [el trabajo] creó se fundió.
Decretando que se le vuelva,
el pueblo no quiere más que lo que se le debe.

(Estribillo)

Los Reyes nos embriagan con vanidades,
¡ Paz entre nosotros, guerra a los tiranos!
Apliquemos la huelga a los ejércitos,
¡Culatas al aire, y rompamos filas!
Si se obstinan, estos caníbales,
En hacer de nosotros héroes,
Sabrán pronto que nuestras balas
Son para nuestros propios generales

(Estribillo)

Obreros, campesinos, somos
El gran partido de los trabajadores;
La tierra sólo  pertenece a los hombres,
Los ociosos se irán a otra parte.
¡Con cuanta carne nuestra se alimentan!
¡Pero si los cuervos, los buitres,
Una de estas mañanas, desaparecen,
El sol brillará siempre!

(Estribillo)

Eugène Pottier


La botella inagotable

¡Vertemos! vertemos por fin
La vieja
Botella,
¡Vertemos! ¡vertemos por fin
La botella sin fin!

Tomada debajo de las gavillas,
Bien taponada
Y acostada,
Tomada debajo de las gavillas,
Es el vino de los iguales.

¡Es el precio de un arriendo largo
De esclavitud
Y servidumbre
Es el precio de un arriendo largo,
Es la sangre del trabajo!

Una pareja hechizada
Ignorancia,
Indigencia,
Una pareja hechizada
Tenía este vino bajo llave.

Bebe sin miedo de usarlo,
Sed del alma,
Tiene su llama,
Bebe sin miedo de usarlo,
Sin miedo a agotarte.

Espíritu joven sin antorcha
Bebe, Genio,
Harmonía,
Espíritu joven sin antorcha,
Bebe lo justo y lo hermoso.

Hospital y prisión,
Montones de basura,
Y torturas,
Hospital y prisión,
Bebed la curación.

Fango de la ciudad,
Tú, miseria
Y hambre
Fango de la ciudad
Ahí bebe la dignidad.

Ahí bebe, globo saneado,
De la viña
Por fin digna,
Ahí bebe, globo saneado,
El bienestar infinito.

¡Vertemos! vertemos por fin
La vieja
Botella,
¡Vertemos! ¡vertemos por fin

La botella sin fin!



Eugène Pottier



La venganza de los corderos

Los lobos, los más feroces lobos,
Siempre boca abierta y comiendo
Los mineros, sus mujeres, sus chavales,
Es la pandilla de la gente de dinero.
Nosotros corderos negros de las minas de hulla,
Nos desangramos de esta matanza larga.

¡Ya veréis ahí abajo!
¡Todos los Watrin del patronato!...
¡Ya veréis ahí abajo!
¡Los corderos van a comer a los lobos!

Descendidos vivos al sepulcro,
Reptamos en la oscuridad eterna,
Por un lucro bien miserable
Que uno jamás esta seguro tener;
Nos tienen por el hambre,
Y la multa nos extermina.

¡Ya veréis ahí abajo!
¡Los colmillos se nos crecen en la mina!...
¡Ya veréis ahí abajo!
¡Los corderos van a comer a los lobos!

Ellos nos roban..., a nosotros echan
Los gendarmes, los policías...
Es por legitima defensa
Que nos volvemos justicieros.
Cuando el pueblo ejecuta un traidor
Y lo arroja por la ventana,

¡Ya veréis ahí abajo!
¡Nuestro enemigo, es nuestro dueño!...
¡Ya veréis ahí abajo!
¡Los corderos van a comer a los lobos!

Es bien hora de defenderse,
Y no seremos los únicos:
Los valientes tejedores de la Flandes
Están hastiados de tejer sus mortajas.
El cielo es negro..., la tormenta reventa,
La Francia obrera se levanta:

¡Ya veréis ahí abajo!
¡En todas partes el clarín de la huelga!...
¡Ya veréis ahí abajo!
¡Los corderos van a comer a los lobos!

Sí, los dientes y las guadañas se afilan,
La masa tendrá mucho que comer.
Sobre todo estos lobos que se disimulan
Debajo de vestidos de pastor.
Por encima de la banca feudal
Ronda una revancha fatal.

¡Ya veréis ahí abajo!
¡Todas nos empuja hacia la Social!...
¡Ya veréis ahí abajo!

¡Los corderos van a comer a los lobos!

Eugène Pottier




No disturbemos el mundo

Utópicos que nosotros somos,
¡Que locos deben encontrarnos!
Querer la felicidad de los hombres
Pero ¿En que nos metemos?
Vale mejor cantar a la redonda
Y beber a cubilete lleno;
No disturbemos el mundo,
¡Dejamos a cada uno come es!

Su lógica me exaspera.
Responden: “¡Es la ley!
Hice como hizo mi padre;
Mi hijo hará como yo.”
Es la rutina que funda.
La fe reza su rosario.
No disturbemos el mundo,
¡Dejamos a cada uno come es!

El búho teme la luz,
Alumbrarlo es inhumano;
A la rueda le gusta su carril,
No empedremos el camino.
Más alta y fecunda es la obra
Y más agria el chiflido.
No disturbemos el mundo,
¡Dejamos a cada uno come es!

Nuestra palabra se embota
en la masa de granito.
Si tentamos alguna sacudida,
Nos golpean, nos destierran.
Comprobéis que la tierra es ronda
Y vos agarran del cuello.
No disturbemos el mundo,
¡Dejamos a cada uno come es!

Después de todo, gentíos inertes,
Hago gran mal en obstinarme.
Vuestro ideal, moscas verdes,
No es el de mi nariz.
De las albuferas, el pueblo inmundo,
En el agua estancada se complace.
No disturbemos el mundo,
¡Dejamos a cada uno come es!

Pues, buenos míos, no más disputa,
Sufrid, llevad vuestra cruz.
La mujer de Sganarelle[1]
Quiere que a veces sea vapuleada.
¡Id, corderos, que vos pelan!
Hazte de ordenar, vaca de leche.
No disturbemos el mundo,

¡Dejamos a cada uno come es!

Eugène Pottier












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