Cripta negra

En urna oscurantísima insondable,
de cribas, que parecen precipicios,
perviven los secretos inefables
de Dios, desde que el mundo tuvo inicio.

Allende, los tesoros han brillado,
empero, nadie sabe qué se esconde
detrás del infinito constelado,
que crece alrededor de mi horizonte.

Es una cripta negra de luceros;
de espíritus que vuelan por senderos
inhóspitos, eternos, olvidados,

con crespos nubarrones esponjados
que vuelcan su mirada palpitante,
ardiendo en una hoguera fulgurante.

Eliot Grau


Piel de caramelo

Es tu piel del color del caramelo
que satura a la luna y, con anhelo
de poderla besar y de frisar,
la contemplo en mi sueño y mi desvelo,
cual si fuera de un ángel que, en el cielo
de mi mente relumbra sin cesar.

¡Quién soplara cual brisa que, de amores,
se aposenta en tu piel con alegría,
para darte el aroma de las flores
a la luz de la noche que, en fulgores
se derrama, al mirarla cada día!

El sabor de tu piel: ¡tan dulcinante!,
que me embriaga y rebulle la pasión,
lo ambiciono, por ser tan fascinante,
que, al sentirlo en mis labios... ¡siento a Dios!

¡Esa suave frescura de verano
la degusto en mis horas de placer,
como un niño, al que llevan de la mano
a la fuente de vida de tu ser!

Eliot Grau



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