El General Villamil a sus compañeros

SOLDADOS:
Nombrado Comandante General de las baterías me tenéis otra vez con vosotros. No vengo a daros ejemplos de valor y de consagración; vengo a seguir los que volveréis a darme en esta ocasión.

AMIGOS:
Cuando en los campos de batalla todas las circunstancias son iguales, el gran secreto de la victoria es, no apresurarse en darse por vencido; con más razón lo es en posiciones como la que vais a defender, en la que según todos los cálculo es de la guerra, cada uno de los defensores vale, cuando menos, por seis de los atacantes.

COMPAÑEROS:
La invalidez inseparable de mi edad me impedirá hallarme en cada batería las veces que yo quisiera durante el combate que se acerca; pero para el momento de combatir a vuestra vista os voy a dar desde ahora una orden terminante que confío cumpliréis a la letra

Si huyo, matadme;
Si acometo, seguidme;
Si muero, vengadme.

Contando con que esta orden será puntualmente obedecida en cualquier punto de la línea en que me hallare, os ofrece el triunfo.

Vuestro antiguo compañero y amigo
Guayaquil, septiembre 7 de 1860.

José María de Villamil Joly





"Temperatura deliciosa 60 a 65° Fahrenheit. Agua abundante y buena. Tierra fértil, pues produce la de las dos zonas. Puede mantenerse una población de 12.000 habitantes. Actualmente hoy 48 parcelas cultivadas de terreno y 51 cabañas. Supónese que habrá una población de 400 personas. Hay un camino de 3.000 mts. de largo y 10 de ancho y se proyecta extenderlo a 400 mts. Hay un manantial de agua que da 80 galones por hora y el agua puede ser conducida por cañería de bambú; pero en 1833 el Presidente Flores ordenó que los criminales fueran deportados a las Galápagos y desde entonces la colonia se transformó en un sitio peligroso."

José María de Villamil Joly
Primer informe de Villamil sobre las Galápagos



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