Epilepso

Dentro de este hombre que visto
Hay un dios epiléptico
Que también desama.

Cómplice de las lluvias,
Las secreciones genocócicas, el suicidio.
A veces baja a pedirme un niño
Que le doy, golosamente.
Otras sube a mi cabeza
A roerme el tuétano caótico;
Se baña en mi oído intelectual.

¡Cómo no habrá de reír mientras me duerme;
Pero cómo muere cuando me llama una mujer!
Y cómo, y cuánto prueba mi almuerzo medio;
No tiene dientes pero una risa si.
Ay, si no tuviera mis brazos terminales.
Tengo cuidado de no perderlo en un papel
O cuando está convulso en sus galopaciones
Epilepso sufre: no por el miedo a la muerte
Sino por amor a la vida.

¡Cómo no habré de reír mientras se duerme!

Carlos Oramas



Ritual amatorio

Sucede al vivir que en las noches
las manos abren caminos, escriben ríos.
Piel y piel tan solo y nada importa
sino el rumor del corazón enloquecido
somo el mar bajo el furor de las tormentas.

Carlos Oramas




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