Estaba yo pensando esta mañana...‏

Estaba yo pensando esta mañana
en qué mejor lugar pasar el día.
La calle no me gusta en demasía.
De andar tengo, en verdad, muy poca gana.

Preciso era hacer algo. La galbana
la mente me entumece y deja fría.
Después no ha de brotar la Poesía,
la Musa es con calor cuando se afana.

Me fui, cual siendo joven, al Retiro
montando en autobús por ir sentado.
Estando allí en un banco di un suspiro

en tanto recordaba mi pasado.
¿En dónde está aquel chico? Porque miro
en todo derredor y se ha esfumado.

Tampoco encuentro ya sus esperanzas
de ser un gran tenor y un gran poeta,
jamás llegó a alcanzar aquella meta
ni apenas si se oyeron sus romanzas.

Tan sólo ya me restan las membranzas
de aquello que soñé, pues no respeta
el tiempo ni la voz y, en su pirueta,
las cañas del ayer se tornan lanzas.
A casa retorné y hallé a mi esposa.

- ¿En dónde habrás estado, dónde has ido?- ,
se puso a preguntar, pues es curiosa.

- Estuve en un lugar donde he vivido
de mozo una quimera bien hermosa.
Mas todo ya ha quedado en el olvido.-.

Le vi que se quedaba sorprendida,
mas pronto fue a servirme la comida.

Francisco Escobar Bravo



La demente‏

¿Por qué no cejarás en tu locura,
por qué no olvidarás tu desvarío?
Tu mente, estando enferma, es como un río
salido de su cauce en la llanura.

Se lleva por delante con premura
aquello que se encuentra, a su albedrío;
arrastra su caudal, turbio y bravío,
a todo el que se opone con bravura.

Igual, la enfermedad en tu cabeza
agita tanta idea peregrina.
Invade tu cerebro, ¡qué tristeza!,

y poco logra ya la Medicina.
¡Pensar que cometí la gran torpeza
de no notar que fueses tan ladina!

Francisco Escobar Bravo


Los falsos amigos

 Pensé que se me tendría
en cuenta mi gesto noble...
¡A saber lo que habrán dicho!,
aunque mucho no me importe.
¿Amigos? Bella palabra,
la más hermosa del orbe,
que se dice a la ligera
sin que su valor se cobre.
Pero luego, cuando buscas
al amigo en cuyo nombre
te batiste no lo encuentras.
Puede estar Dios sabe dónde.
Pensaba que, por ser viejo,
la lección ya conocía;
mas, tengo claro, se aprende
un poco todos los días.
Por eso al cabo del tiempo,
casi al final de su vida,
llega a sabio hasta el más torpe
a costa de zancadillas.
¿Amigos dicen? ¡Son falsos
amigos de pacotilla
que buscan su beneficio
y los favores olvidan!
Cada cual a su tarea,
aunque digan lo que digan.
Lo que importa es medrar mucho,
tener honor no se estila.

Francisco Escobar Bravo


¿Qué mejor poesía?

¿Qué mejor poesía habrá que el beso
que tus labios divinos atesoran
como el oro que guarda en sus entrañas
la arena de los ríos, codiciosa?

¿Qué mejor poesía habrá en los libros
de los vates que sueñan con la Gloria
que una sola mirada de esas tuyas,
que iluminan la más tupida sombra?

¿Qué mejor poesía habrá que el verso
que he escrito para ti, los dos a solas,
con la pluma fecunda de mis labios
sobre el papiro virgen de tu boca?

Francisco Escobar Bravo












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