Gloria que se moja

Llueve y vibra la luz en cada gota…
Plomiza luz que por la calle rueda.
Desde el sauce un zureo da la nota…

Las nubes ocultaron la moneda
del sol. El horizonte es un arcano:
esconde la distancia en que se hospeda

la huella -sólo ayer de paso vano-.
Se estremece la piel de cada hoja.
Crece en la voz lejana de algún piano

de Vivaldi, su Gloria, que se moja
en la tarde serena y argentina…
El ocaso… Rusiente, la congoja.
Ya titila un farol en cada esquina.

Eva Falótico de Gandolfi


La pava

Ave fiel anidando en los fogones
o sobre el simple pedestal del leño,
perdiste el brillo pero no el empeño
de convertir tu sangre en cimarrones.

Un oscuro bostezo de tizones
va enfriando tu cuerpo como un sueño...
Luego al alba, las manos de tu dueño
aguardan tus señeras convulsiones.

De tu pico certero el agua mana
y la espuma se eleva y engalana
la boca de tu fiel amigo, el mate.

Humilde cenicienta en la cocina,
cumples sobre la hornalla tu rutina
y allí tu corazón bullendo, late.

Eva Falótico de Gandolfi




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