Madre mía
Vuelco otra vez al pie de tu ventana
a brindarte, hoy, mis cánticos diversos...
Y en el umbral, fugaz de la mañana
volcar mi corazón entre mis versos...
Hay muy gratos recuerdos en mi vida
y en todos estás Tú, Madre adorada...
Hoy quiero ser estrella desprendida
y cruzar la policroma alborada.
Siempre has sido Tú, Madre mía
potente faro que mi esquife guía...
en el mar proceloso de la vida.
Hoy, por Ti quiero brindar... y a mi canto
quiero mezclar la risa con el llanto
en santa comunión... Madre Querida.
Evaristo Antonio Arévalo Barraza
Si fuera un rayo de luna
Entraría por la ventana, silencioso,
Posaríame en la baranda de tu lecho...,
Subiría por la almohada ruborosa
A escuchar los latidos de tu pecho
Ya en tu pecho, sin sonrojos,
Seguiría el camino que me toca...
Jugaría en el iris de tus ojos
Bañando en el oasis de tu boca
En mi andar, entre destellos...,
Seguiré subiendo por tu frente,
Ahí, enredarme en tus cabellos
Con deseo, infinito, de tenerte...
Fue el paso, importuno, de una nube,
Que tronchó lo bello y lo risueño...
Pensando en ti, dormía, cuando tuve:
El grato recuerdo de mi sueño...
Evaristo Antonio Arévalo Barraza
Soñé con un rosal con espinas
Soñé con un rosal con espinas...;
Me parece que esto viví...
con las preciosas colinas
que enmarcan
a Chiriquí.
Soñé jugando en la duna
Con un audaz caracol.
Con el Valle de la Luna
En un día precioso de sol.
Soñé con David, precioso diseño
De la tierra prometida;
Me pareció que soñaba
Un sueño donde había fuente de vida.
Lo que vi, en mi ensoñación:
Son pasajes de mi vida...
Por eso..., mi corazón,
Ama esta tierra querida...
Siempre, al amanecer,
Ante Jesús... con mis ojos fijos,
Doy gracias a esa mujer,
Por tanto amor a sus hijos.
Ellos han sido el eslabón
Que unió frágil cadena...
Por eso... en mi corazón
Hay campo a la Madre Buena.
Evaristo Antonio Arévalo Barraza
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