Marcha Panamá

Panamá, la patria mía,
suelo grato, encantador
Hoy te canto, Panamá, con alegría;
al mirarte así grandiosa,
cuando veo tu bandera
de precioso tricolor,
abrazarte con gran júbilo quisiera
expresándote mi amor.

Panamá del alma
de tus selvas he escuchado los rumores;
siempre gocé tu calma
y en tu cielo ví magníficos colores.

Panamá querida,
¡Oh! permite que yo muera en tu regazo;
tuya será mi vida.
Sigue siendo libre, bella Panamá.

Eduardo Maduro


Romance de la Casta y Bella Flor Panameña

La vi escondida entre rocas,
la vi perdida en el prado,
modesta y sencilla y dulce,
llena de luz de alabastro.

Flor del Espíritu Santo
Fue en una tarde solemne,
fulgía el cielo en lo alto
y el sol despedía entonces
la seducción de sus rayos.

Blanca concha de marfiles
y de nieves y de rasos
guardaba el sin par tesoro
de sus eternos encantos.

Cantaba en el viejo monte
un bimbín enamorado
y el río corría lento
entre escabrosos peñascos.

Una tierna palomita,
en gesto solemne y grato,
vi en el centro de su cáliz;
y parecía un milagro!

Tarde toda panameña,
de mi interior viejo y plácido,
tarde de paz y de ausencias,
de misterios y de lampos.

Cuánta dulzura escondida
en la gracia de mis prados!
Cuánta belleza encerrada
en unos pétalos blancos!

La vi escondida entre rocas,
la vi perdida en el prado,
lucía su piel tan suave
como la seda de un manto.

Esa es la flor de mi tierra,
la de mis montes serranos,
la de mis niñas montunas,
la de mis altares santos,
que sube en joyel de gloria
a la mansión de los astros.
Esa es la flor panameña;
la del Espíritu Santo.

Eduardo Maduro


Tus ojos

Ojos hay para lágrimas y enojos,
hay ojos de virtud y ojos de cielo,
ojos para el amor, para el consuelo,
como también para el recuerdo hay ojos.

Ojos que riman con los labios rojos,
ojos de inspiración, ojos de celo,
ojos con suavidad de terciopelo
y ojos que saben resumir antojos.

Mas yo sé de unos ojos en que brilla
una casta y preciosa maravilla,
ojos como luceros de cocuyos...

Me vas a preguntar: de quién son ellos?
Oye: esos ojos que encontré tan bellos,
no lo digas a nadie: son los tuyos!

Eduardo Maduro





No hay comentarios: