No mires mal a la mujer perdida,
más que el desdén la compasión merece,
si en el placer que pasa se adormece,
tiene en lo más profundo su alma herida.
Deja que del pasado arrepentida,
palpite, llore, se avergüence y rece,
que en ella la virtud no resplandece,
y es su afrenta mayor, su misma vida.
Piensa que Dios del cielo la redime,
y a la gloria divina la levanta
cuando su vida terrenal concluya;
mira que se arrepiente, sufre, gime,
que es ángel, es mujer, es bella, es santa…
¡y hasta pudo haber sido madre tuya!

Felipe Uríbarri
Tomada del libro La dama del ensueño de Mario Roso de Luna, página 153



No sé decirte más

Gloria tiene que haber mientras aspires
al bien eterno que alcanzar esperas;
en el mundo habrá amor mientras tú quieras
Y en el cielo habrá luz mientras tú mires.

Las puras auras mientras tú suspires
y habrá virtud hasta que tú te mueras,
besarán a las flores hechiceras,
y habrá belleza mientras tú no expires.

Que por ti que eres causa del anhelo,
que siente por la Gloria el alma mía;
tiene mi pecho amor, dicha y consuelo,

la noche estrellas... claridad el día,
y si no hubiera por desgracia un cielo
cuando murieras tú, se formaría.

Felipe Uríbarri




No hay comentarios: