¿Tú te acuerdas?

¿Tú te acuerdas? La madre vigilaba;
yo, audaz y enamorado, en tus oídos
frases de amor sentidas susurraba...
Tú hablabas muy deprisa, y con tu ruidos

quisiste sofocar mis juramentos
y loca, entusiasmada, sonreías...
Un instante yo espié tus movimientos
pensando en las locuras de otros días.

Partió veloz el tren, y en su partida
te alejo de mi lado. ¡Te alejaba!
¡Con qué amarga tristeza sonreía!

Eras en el Sendero de mi Vida
una nueva ilusión que se esfumaba,
¡una hermosa ilusión que se perdía!

Carlos M. Valdés

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