Advertencia
Hombre, tenga cuidado de
no caminar
bajo las estrellas.
¡Que todo tu cuerpo
se llene con
la tenue luz de las estrellas!
¡No tener remordimientos
cuando con las últimas miradas
te separas de las estrellas!
En tu hora final, en
lugar de polvo,
pasa todo a las estrellas.
Antun Branko Šimić
El cuerpo y nosotros
Por mis venas corre el veneno que bebí
de voluptuosos placeres, en noches de borrachera.
Y el veneno corroe. El cuerpo se pudre. Habito mi propio cadáver.
Y el cuerpo me repugna. ¿Cómo podría uno
deslindarse de su cuerpo, quedar limpio de él?
El cuerpo es una carga, un intruso, podredumbre pura.
Con gusto dejaría el mío en cualquier parte
y huiría de él, volaría por siempre en libertad.
De este modo vivo con él, en él. Inseparable.
¿Oh quién me mantiene unido a este extraño?
El cuerpo: su peso me religa a la tierra
y entero me arrastrará a ella, sin descarte.
Junto a la cama una joven mujer sonriéndome.
¿Cómo podría llegar hasta ella solo, sin cuerpo?
No puedo desde él. No tengo permitido tocarla.
Mi roce, como el roce de la muerte, esparce destrucción por doquier.
En sueños nos separamos. Pese a todo me desprendí, estoy flotando
y quiero volar, dar vueltas por el aire –
Y me despierto: estoy tendido en mi propio cadáver.
Antun Branko Šimić
Apagamos la lámpara amarilla
La manta azul cayó alrededor de tu cuerpo
Afuera el murmullo de nubes y árboles
Afuera el batir de pesadas alas blancas
Mi cuerpo rendido a tus pies
Mis manos se retuercen desean suplican
Querida, que tu pesada cabellera
a través de la noche flamee, flamee
A través de la noche
la cabellera de mi amada hondamente murmura
como el mar
Antun Branko Šimić
El regreso
Y tú ni siquiera te enteras
de que he vuelto y estoy cerca
Cuando por la noche murmure en tu oído la silenciosa luna
mejor es que lo sepas:
no es la luna rondando tu morada
Soy yo vagando por los senderos azules de tu jardín
Cuando caminando bajo la mortecina luz del mediodía
te detengas
atemorizada por el chillido de un ave insólita
mejor es que lo sepas:
es el grito de mi corazón desde las orillas cercanas
Y cuando al anochecer veas negra sombra moverse
al otro lado de las oscuras aguas calmas
ahora ya lo sabes:
soy yo erguido y triunfal
como si a mi lado estuvieses
Antun Branko Šimić
Hace un tiempo
Fue algo bueno y luego,
simplemente estaba soñando.
Era una estrella de las estrellas, la
belleza de las ruinas y el olor de las villas de montaña.
Eran las noches de la luna, hermosas
y llenas de alegría hirviendo.
Lo básico estaba perfumado con plenitud,
y las rosas eran blancas.
Era una risa, una mirada larga,
todo lo que sabían los forasteros:
era felicidad, el suspiro de sobriedad
y el himno de la maravillosa malva .
Ella era un
idiota lleno de rayos de sol y llamas, qué hijo
Kadkad, que el cielo es un fuego resplandeciente
Y luego ella muere y crece.
Fue alguna vez. La oscuridad está ahora en todas partes,
y el dolor que arde y quema.
Ella estaba soñando, ella era la historia de
uno de los más hermosos.
Antun Branko Šimić
La muerte y yo
La muerte no está fuera de mí. Ella está dentro mío
desde el principio: conmigo crece
a cada instante
Un día
yo me detengo
mas ella no deja de crecer
en mí aunque no llega a traspasarme del todo
sino que alcanza hasta mi extremo. Mi final
es su verdadero comienzo:
cuando sigue reinando sola
Antun Branko Šimić
Los pobres
Los pobres no siempre están pendiendo
entre la vida y la muerte
en cualquier momento puede prevalecer
el invisible peso de la muerte.
En un instante podrían cruzar el límite
y encontrarse de pronto del lado
de la muerte: en la más cercana cercanía.
Antun Branko Šimić
Los pobres que comen de mediodía en mediodía
El hambre acerca a empujones el mediodía
y desde su interior vacío el cuerpo se queja y gruñe
Pero el mediodía permanece
impávido, lejano
¡Oh calla, cuerpo miserable,
olvida ya la comida
y aliméntate de paciencia!
¡Si al menos el cuerpo pudiera expirar!
A último momento siempre el mediodía trae alivio
y el cuerpo debe prepararse para sufrir y gemir
crucificado entre dos mediodías
¡Oh calla, cuerpo miserable,
olvida ya la comida
y aliméntate de paciencia!
Antun Branko Šimić
Los poetas
Los poetas son la extrañeza en el mundo
Ellos van por la tierra y sus grandes ojos mudos
se hacen más grandes y fuertes en contacto con las cosas
Prestándole oído
al silencio que los rodea y tortura
los poetas son el eterno parpadear en el mundo
Antun Branko Šimić
No hay comentarios:
Publicar un comentario