Parabolanoi

Afirmación

Pensando en no quererte te quería

porque yo te quería es que te espero,

pues mientras más me alejo más te quiero

más te quise y te quiero todavía.

Nuestro amor fue corola de alegría,

besar la vida en ademán ligero,

y en espera esperando en desespero

mi amor se va agrandando cada día.

Cada día que pasa se me antoja

que es un siglo que falta en mi congoja,

de volver hacia el sueño que eres mía;

Y así mi alma porque buscas nido,

suspiras en las pajas del olvido,

una cosa que es tuya todavía.

Cesáreo Rosa Nieves

Euforia de la agonía

¡Dolor mío! ¡qué mucha falta me haces!

Siempre arraigado a mí en mis sufrires,

cuando te ausentas de mi pobre carne

me siento defraudado en mis vivires.

Aprieta con pasión sobre mi herida,

herida que es la vida en mis morires,

si eres luz y acicate en mi existencia

no me dejes de herir cuando me mires.

Sin ti no sabe a espinas mi sendero,

sed de tristes angustias, pan divino

que ilumina de amor mi derrotero.

Por ti laboro alegre en mis faenas

y por dolerme tanto es que te quiero,

pues más te ansío mientras más me apenas.

Cesáreo Rosa Nieves

Retornelo del roble florecido

Roble que eres un estuche

de enjambre de mariposas.

Tu lagrimear tembloroso

pone elegante una alfombra,

como el que tiende su alma

para que se eche una moza:

-verbena de luz y pájaros,

coctelera de alas locas-

Mayo ha prendido en tus ramas

un amanecer de rosa,

mayo te trajo este año

nuevo plumón de corolas.

Cuando te besa la brisa

y el sol te dora la copa,

una llovizna de pétalos

rosado el camino torna.

Tu lagrimear tembloroso

pone elegante alfombra,

como el que tiende su alma

para que se eche una moza:

-verbena de luz y pájaros,

coctelera de alas locas-

Una colmena de oro

viene a beber tus corolas,

y para todos tú tienes

los vasos llenos de aroma.

Primavera en tus ramales:

mayo te adornó las hojas

y tú las vas derramando

como una cesta de auroras.

Ya se ha embrujado de trinos

el teclado de tus hojas,

y hay una fuga de besos

y caricias amorosas,

que van pintando de azul

el gris perfil de las sombras.

La luna -mirto de estaño-

rima un sueño en tu corona,

y en lago de porcelana

eres anclada una góndola.

Con el sol o con la luna

desbordante va tu alforja

de remansos y de mieles

para el que mirarte logra.

Roble faquir de horizontes,

cañaverales y lomas;

de pie siempre pensativo,

-filtro de verde y de aureolas-

por dentro: meditación,

por fuera: risas y aromas

-verbena de luz y pájaros,

coctelera de alas locas.

Cesáreo Rosa Nieves

Información Sacada del libro Las Cien mejores poesía de Puerto Rico, Maximiliano López de Vega (autor), Editorial Edic Inc. Rio Piedras 2001, 6ta edición