Aforismos

Cuando la justicia pasa a manos de los jueces es que la conciencia, de antemano, ha perdido el juicio.

Rezar es un especie de denuncia murmuradora de nuestros propios pecados.

Ni en el amor la sumision es buena.

Quien piensa encauza, y quien medita descubre.

El instinto es superior a la inteligencia:  el primero descubre y señala, la segunda recibe y acaba.

Exagerar es una forma de mentir a medios.

Se aprender a pelear, pero también a ceder; a tantos iguales.

Cuba primero, Cuba después, Cuba siempre.

El instinto nos induce a ser libres y a procurar la felicidad.

Bienvenido Rumbaut


Brindis

Por la noble causa de Apolo y Thalia;
por las nueve Musas que Grecia nos dió,
cuando coqueteando la Diosa Harmonía
lisonjeando a Atenas: su vientre rompió.

Por las dulces flautas hurtadas por Clio
que reperentieron sobre el Helicón
con el amoroso murmullo del rio
que llena de ritmos nuestro corazón.

Por Grecia estupenda, que diera a la Historia
la norma del Arte, su fama y su gloria
que nadie, ni pudo, ni puede eclipsar...

Por Cuba, en la ruta que Grecia trazó
por esta esperanza, que en luz ya brotó
y aclara los rumbos que hemos de tomar...

Bienvenido Rumbaut



Canción de media noche

Ya estamos cansados, cansados, cansados;
apenas tenemos ganas de dormir;
nos duelen los ojos, los huesos, las manos,
¡y hay luna de plata y es noche de abril!

La vida es la noche que nos da el amor;
es bella al principio pero triste al fin;
al dia siguiente nos calienta el sol;
¡y vuelve la noche sin hallarte a ti...!

Ya estamos cansados, cansados, cansados;
¡y hay luna de plata y es noche de abril!

Bienvenido Rumbaut


Noviembre 2, 1953 Sr. Juez de Instruccióndel Distrito Poético de Playazul. Matanzas 

Intrépido Señor Juez: 

El que suscribe, Bienvenido Rumbaut y Yanes poeta simbolista sin residencia fija en este valle de lágrimas pero ocasional y agresivamente situado pro tempore en la masmorería de la Condesa lunática, equidistante y gluteoestereotipada Agueda Pía, cabe el litoral de la más fermosa Bahía de Jagua, a Ud. humilde y azoradamente expone: 

Primero: Que se ha escapado de su domicilio nupcial de Matanzas, ubicado en la demarcación de Ud. , el residente de unas casitas nacaradas que en su frontis ostenta el rótulo ligeramente incongruente y matancero de Playazul, y quien respondió en épocas remotas al apelativo un tanto telegrafístico y ferrocarrilero, de Agustín Acosta y Bello, llevado por las auras populares hasta el monte denominado PARNASO CRIOLLO, en donde en una noche clara, luminosa y tibia, se le entregó el título de Poeta Nacional y la credencial sopobarretera de Agustín de América.

Segundo: Que el mencionado poeta quien debe encontrarse en alguna de sus islas desoladas, padece de sonambulismo intenso y aunque no ofrece peligrosidad- porque ningún poeta bueno o malo es capaz de matar una hormiga- resulta sin embargo piadoso y humano devolverlo a su casita y entregarlo en los brazos de su adorada musaraña quien lo espera ansiosa para proporcionarle el consuelo de su amor enjundioso y de sus melodiosos cánticos de kindergaten, untados con armonías fosforescentes de canciones antiguas.  

Tercero: Al poeta en cuestión se le puede distinguir fácilmente por las señas personales siguientes: Es, como Epiménides, el cretence contemporáneo de Solón, esmirriado y flaco; con brazos y piernas desmesuradamente avarilladas; de rostro enjuto y cachetes bastante ensuflados hacia adentro; aflautado, languidecido, acañilloide, achiringado, catalejoide, prolongado, radial, amorcillado, languidescente, longuidastuense, fogosital, garzilomastuense, longitudinal, hiloquilometrado, lácteo, endrino, atripado, prolongoide, canijopentagramado, etc. etc. , es decir etceteratripamicrospentadorsal. Estamos… ? 

Es, además de ojos color indefinido, punzantes, agresivos, torturantes, humillantes, descalabrantes, preponderantes, insinuantes, alígeros, coruscantes, como si fueran dos lucecillas de cocuyo que irradiaran volterianamente en las más tenebrosas tinieblas epigástricas. Tiene la nariz cardenalicia, arteagaostoide, sobre la cual cabalga un par de espejuelos tencénicos baratos de a quince centavos; y como está funámbulo, abstraído y difuso, probablemente no use medias ni sus acostumbrados calzoncillos largos y hay que fijarse bien en su rictus pícaro, algo así como una ligera mueca mefistofélica y astrolabaria, cargada de ironías ultratumbanas y deseos evangélicos.  

Sufre de un achaque de adormilamiento súbito este poeta soñoliento que ha perdido totalmente la memoria, lo que es perfectamente explicable ante los constantes embates afectivos de que es objeto por parte de la más encantadora musa que ojos humanos hayan visto en el jamás de los jamases; pero además por sus vigilias y su persistencia reincidente en cada minuto en la libación de graduales jugos alimonados, lo que lo tienen como en el otro mundo y le ha dado por la manía de olvidar a sus mejores amigos, de no contestar sus cartas y desconocer totalmente los lugares donde estuvo y con quien estuvo, formándosele tal algarabía en la mente torturada que se halla hecho una verdadera entelequia kanteriana.  

Este achaque opioso que sufre este insigne prófugo errabundo, posiblemente puede tener también su origen en ciertas aguas floridanas que tomó recientemente; cuando las bebió se quedó semi-dormido, se aletargó, perdió la memoria, quedó alargadamente mariguanado, alaudanado, patidifuso, ausente de la vida real; y se cuenta que después de esas abluciones interiores comenzó con extraños balbuceos creyéndose un vencedor, pues le contaron los indios miamescos que de esa agua somnífera no había podido tomar un caballero andante a quien se conocía por el apelativo un poco trinitario de Ponce de León; quedando nuestro bardo en estado lastimero, abracadabrio, septentrional, insensible al ruego y convertido, en fin, en una especia de egipciaco amomiado, incongruente, metaloide, insomnificado, mentalmente maniatado, extraño, tímido, seco, lejano, inexpansivo, miedoso, intrascendente, en el vacuismo de una chiringa humana sin automatismo, si recuerdo, sin fé en los destinos de su país, deduciéndose fácilmente esto último, al no conmoverse cuando le nombraron mil veces a la figura timbrada y limpia del Coronel Carlos Mendieta, a quien confundió, en su desolación, con el Padre Mendiola.

Cuarto: Para que se le reconozca bien no hay más que observar de primer momento su aferrada manía de repetir constantemente en la cueva donde se encuentre, estos dos versos de uno de sus libros mejores (o peores), que dicen así ¨¨¿Dónde están tus Nínives y tus Babilonias? Esprime, oh poeta, tus anchas begonias¨ lo anterior como Ud. fácilmente comprenderá Sr. Juez de Instrucción , acusa un estado caótico mental y no es prudente dejar que un sonámbulo totalmente desmemoriado, permanezca en ese estado letárgico, sin que las autoridades, la policía, la Cruz Roja, los bomberos, los maestros, las auxiliares de kindergaten, los periodistas, los ateneístas, los masones, los odd´fellows, los liberales del Perico, los pericos de los palotes, los periquitos de Australia, los ¨pericos¨ inconfesables e impronunciables, los faroleros, los vendedores de libros antiguos, los pregoneros de caramelos y de chuin-gom e inclusive las Hijas de María son sus manes papales franciscanos y dominicanos, se acorruquen cómodamente en sus laberintos sociales y no acudan a despertar a este divino amnesiado que otrora fuera una decentísima persona y un poeta de primera categoría en las filas del ejército del Gran Señor y Mariscal Rubén Darío.  

POR TODO LO ANTERIOR: El que suscribe, transcribe y se apiada, ruega a Ud. con el fervor franciscano de todos los ruegos retumbantes, que inmediatamente haga un llamamiento en su comarca, en las comarcas aledañas y en las de toda la faz de la tierra, para que se busque y aprese sin misericordia, a esta oveja descarriada, ya que, por humanidad, poesía y literatura, es deber de todos realizar el hallazgo para cumplir de ese modo la moraleja cristiana que textualmente dice: ¨Es nuestro deber buscar y reclamar a los poetas perdidos, por la obligación  que tenemos del amor cristiano hacia el prójimo, aunque este prójimo ande sonámbulo y perplejo a lomos de un camello distante.  

Cuando Ud., Sr. Juez escuche una voz muy débil repitiendo estos versos: ¨Yo conozco las ansias, el afán de Quijote; la verdad de Solón a la euforia DEL QUESO; el encanto postizo de las noches de luna. Ya yo estoy de regreso¨.  Cuando Ud. escuche Sr. juez, esa locura, y observe desde lejos una figura esquelética e hirsuta, moviendo las manos con languidez de garza, ése, ése, ése, ése, es Agustín, el poeta que debe ser devuelto desde las tinieblas al seno de la madre tierra.  

Haga Ud. esa obra de caridad, dele ese consuelo a Consuelito Díaz de Acosta; al Ateneo de Matanzas; a sus amigos y a las muchedumbres que nos encontramos muy tristes; y después que lo encuentren y le den un cocimiento de tilo y un poco de jugo de limón, espétenle que el que suscribe se da exacta cuenta de que la noticia del derrumbe del local del Ateneo de Matanzas es una burda evasiva, pero que eso no hace el caso, porque al firmante le gusta dictar sus conferencias y recitar sus versos, en las fondas de chinos y en las bodegas trashumantes, en las cuales no hay problema, porque todo está derrumbado de antemano.  

Por la Ley y en su nombre, queda de Ud. con todo los respetos debidos, suplicándole finalmente con lágrimas en los ojos, que libre a este desmemoriado de su inofensiva chifladura, muy respetuosa y poéticamente Bienvenido Rumbaut Yanes. Corresponsal de la CMQ 

OTRO SI: No lo busquen en las llanuras; más bien en las nubes; si no se halla en esos lugares solemnes que frecuenta, pesquísenlo entonces en una TIENDA DE CAMPAÑA en la que ha ¨colgado¨ todo género de minucias versarileras a la antigua usanza, como para darle un latigazo al comunista irreverente que ha confundido de modo lamentable los viejos nabos parnasianos con los diminutos frijoles de carita de los veloces y descacharrantes tiempos líricos y anti líricos que corremos.

OTRO NO: Este poeta anestesiado responde algunas veces a los nombres de ¨Tín¨ ¨Tingo¨, ¨Jaguey Grande¨, ¨Notario¨, ¨AGUSTI¨, ¨San Agustín¨, ¨Agustín de América¨, ¨Ingenio San Agustín, ¨Padre Agustino¨, ¨Agustinito¨ y todo lo que termine en ¨ino¨ o en ¨in¨.  

LO QUE ANTECEDE VALE CC: Para el Sr. jefe de la Policía de Matanzas. Para el Sr. jefe de la Policía de Jaguey Grande. Para el Sr. jefe de la Policía de Jaguey Chico. Para el Sr. presidente de la Cruz Roja Nacional. Para el Sr. Director General del Manicomio Nacional. Para el Sr. presidente de la Casa de los Poetas. Para el Sr. presidente de Francia en La Habana. Para el Sr. presidente del Liceo de Cienfuegos. Para el Dr. José A. Vidal Fleytes. Para el Sr. Florentino Morales y Hernández. Para el Sr. del Archivo Nacional. Para el propietario de la imprenta F. Verdugo, de Lamparilla 112, entre Cuba y San Ignacio-Teléfono A-7618.

Bienvenido Rumbaut
Carta de Bienvenido Rumbaut



Era como un roble

El era como un roble, fuerte, erguido;
era un Voltaire con alma nitchelana;
su existencia fue un bloque de campana
que lanza su dolor en el tañido.

Vivió como un león que fuera herido
y deambula en el bosque y nunca sana
(la herida fue la condición humana
que lleva siempre un tigre reprimido).

Lo vi en la muerte pálido y augusto
como quien sufre de repente un susto
y cae de pronto mudo y abatido

Más que un hombre mortal me parecía
que aquel coloso del desdén tenía
la majestad de un ruiseñor dormido.

Bienvenido Rumbaut


Símbolo

Luz en tu frente y en tu boca gloria;
ternura indefinible en tu mirada,
hechizante misterio que enamora
en la inmensa grandeza de tu alma.

Música y luz, magicamente toma
el dulce scherzo de tu risa franca;
genial prodigio, inspiración pasmosa
el vuelo espiritual de tu palabra.

Feliz juglar que sin saberlo el mundo
lleva en su alma con inmenso orgullo
el tesoro indecible de tu amor,

soy yo, mi amada, espiritual camena(?),
que entre sus versos a los pies te deja
la ofrenda de su pobre corazon...

Bienvenido Rumbaut


Temblor

Temblor en tu mirada, divina y nazarena;
la que fulgió en los ojos de María Magdalena,
cuando quedó en silencio despues de haberlo visto,
sobre el rostro tan triste de aquel sublime Cristo.

Temblor sobre tu frente tan amplia y luminosa,
que parece la frente de una celeste diosa.

Temblor el de tus manos, tan gráciles, que apenas
sutiles, prodigiosas, blancas como azucenas.

Temblor el de tu boca, que reprime los besos
porque teme a los locos desbordantes excesos.

Temblor el de tus pomas que yacen escondidas,
lo mismo que dos tiernas palomitas dormidas.

Temblor el de tu alma, que guarda una secreta
emoción para tu alma gemela que es como tú, poeta.

Temblor el que se esconde, hecho todo emoción,
allá en lo mas oculto e íntimo de tu corazón.

Temblor el que me vence, sin poder ser vencida,
la encrucijada que me aleja tanto de tu vida.

Temblor, temblor humilde, temblor de mi dolor,
por no poder decirte lo inmenso que es mi amor.

Temblor de mi silencio que oculta su reclamo
por no poder decirte lo mucho que te amo.

Temblor que es como el filo de daga tenebrosa
que reprime el vocablo de la expresión gloriosa.

Temblor que me acobarda dejándome oprimido
el corazón que angustia por estarle prohibido
soltar la brida recia de esta ansia secreta
que es el mayor tormento de un alma de poeta.

Bienvenido Rumbaut



Y yo te pregunto

Entre los dos existe una frontera
que no podemnos soslayar, presumo
que tus ansias secretas de viajera
sean mas fuertes que el muro inoportuno.

Por eso al corazón que desespera
con mi firmeza de varón pregunto
si tu quieres tomar la delantera
y salvar el escollo por tu gusto.

Yo no puedo negarme a tus caricias
ni al encanto supuesto a tus primicias
porque al fin lo que importa, sin excusas

es que los dos, honda y ansiosamente
demos rienda a un amor, precisamente

que no es solo inspirido por las Musas.



Bienvenido Rumbaut
















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