Ahora

Ahora
el tiempo nos amamanta
la luz florece en las entrañas
disipando laberintos.
Ahora
me dices cosas tan distintas
como el sol o la hormiga.

Ahora que la pureza de la sangre sigue siendo decisiva
el viento celebra en las aceras
el momento mágico
de tus manos
en las calles de mi rostro.

Byron Espinoza


Byron dixit

"Sobre mi poética

1.
¿Ser Dios frente a La Palabra y El Diablo frente a la misma?

2.
¿Saltar del lugar común al verso que aplaudís de pie y a cuatro manos?

3.
Hay quiene aseguran que el poeta nace y están los que afirman que se hace. Estoy en el bando de los segundos, pues, ¿de qué sirve el talento sin trabajo? Seguiré creyendo firmemente que cualquiera puede escribir un poema, pero no por esto se le puede llamar Poeta, ¿o es que caso, por sembrar una flor ya te podés llamar Jardinero?

4.
No quiero parecer cursi ni melodramático, pero si fuera completamente feliz no sería poeta.

5.
Al mismo nivel de Necesidad que respirar.

6.
Ya lo dije en un poema de Breves rincones de magia: La Poesía no es otra cosa / que un lugar donde La Magia / es el único requisito / que te piden en la puerta.

7.
De alguna u otra manera siempre estoy escribiendo. Voy dibujando mis versos de memoria, pensando siempre en mi próximo poema.

8.
(...)

9.
¿Qué puedo decir de Mi Poesía que ya no lo haya dicho (mejor), Ella por mí?"

Byron Espinoza



Descuartízame...

Descuartízame
y luego
almacena mis restos
en la bodega de tus párpados
para que
así
recuerdes tu flagelo
y te duelan más que a mí
los cuchillos del sexo.

Byron Espinoza


No confíes en el Poeta

No confíes en el Poeta
que mata lo que escribe
y viene luego
con el cuentito ese
de la resurrección al tercer día.
Mucho menos
en quienes se lo creen
y levantan templos
para adorar sus Poemas.

Byron Espinoza


Persistente...

Persistente
continua tu cuerpo
su gotear sobre el mío.

Byron Espinoza


Recién caían mis ojos

Recién caían mis ojos por aquel árbol
y esta vez
a pesar de ser uno de mi jardín personal
no lo hicieron.
Es extraño
llega el armario a inventarse sus gavetas
y si bien
no olvida las que ya traía
las deja
por instantes
a un lado de su respectiva esquina.
Se transforman los delfines que se llevan dentro
no porque le pertenezcan dichos mares a la mirada...
(Recién paseaban por mi mente visiones de otro entierro.)
Es extraño
llega y nos visita cuando le viene en gana.
Se transforma el cuerpo que hasta hace poco
fijabas con tu vista
en el bello fantasma que habrás de contemplar
a solas
en los dulces rincones de la magia.

Byron Espinoza



Un leve mordisco se transformó en agua...

Un leve mordisco se transformó en agua
y lamió tu cuerpo.

Byron Espinoza



Un último canto de sí mismo

1
Para el inicio
un acuario
con cientos de peces
y un par de recuerdos

un barco fantasma
oxidado por la inutilidad del instante…

Un licor
purificado por algas marinas
intenta saciar
una necesidad de voces
y promesas.

Ahí
abren sus ojos
y pueden escuchar
el ruido del agua.

2
Mientras estudia el primer paso
en este preciso instante
justo en mitad de este verso
descubre a su alrededor
la ausencia de ángeles
terrestres y marinos.

Se santigua frente al espejo
se disculpa con su noche
y prosigue su camino.

3
Se llena de aire los bolsillos
(hasta romper los remiendos)
y lanza un par de dados.

Según la importancia del número
la intensidad del trayecto.

4
Con fuego en las manos
esquiva la primera pared
y se traga sus espinas.

Del aire
que aún llena sus bolsillos
toma algunas semillas
las esparce en cada paso
y finge dormir mientras camina.

5
Con barro y saliva
mezcla lágrimas
añejadas en la pureza de cierto vino
embarra sus ojos
buscando perfeccionar su mirada
frente a la porosidad del camino
pero
ante su asombro
éste inicia su acostumbrado
caer en pedazos.

6
Varias miradas después
del punto de partida
siente un pájaro oscuro
anidar en su sangre

intenta
con plegarias de todo tipo
(y distinto origen)
arrancarlo.

sin conseguirlo
siente un par de plumas
romper su espalda.

7
Con alas en lugar de brazos
apura su andar
e incluso desespera.

El alambre de púas
que se esconde
en mitad del aire
desgarra su vuelo
y con su sangre
le da vida
a un nuevo bosque de dudas.

8
Después de fingirse en cada simulacro
decide abrir sus ríos
y ponerlos en el suelo
hasta que
de su lluvia
broten ranas de fuego
que le inventen un nuevo lugar
para despojarse de su alma.

He ahí
la verdadera esencia del viaje.

9
Entiende al fin
que lo importante
no es la cantidad de cosas
que lleve encima.

En respirar
sin la mínima necesidad del aire
reside todo.

10
Va dejando espacio
entre su silencio
y las cosas que esparce por el suelo.

Un único motivo lo embarga:

dejar florecer
un nuevo jardín de ausencias.

11
Estira de nuevo las flores de dicho jardín
y se arranca los ojos.

12
Pide un nuevo modo de ver
con su ceguera.

Camina aún más lento
mientras entiende
de a poco
que el final del viaje se adelantó
por su insignificancia frente al mismo.

13
Podría detenerse aquí
dar cientos de miles y millones de vueltas
sobre un mismo punto
ubicado en la profundidad de sus pasos
y saltar con espectros de agua
en sus ángeles…

Podría detenerse aquí
y asomar los huesos
al fin de sus días
pero todo esto
¿puede servirle para asumir
su derrota ante la inmensidad del camino?

14
Ausente ante las fauces de su trayecto
logra
por inercia
saltar su sombra
y las espinas que lanza el sol
lo atraviesan.

15
El reflejo se alarga
sobre las paredes
del vacío que lo rodea.

Cae al suelo
rodeado de grandes espinas
y la sangre que de éste brota
se convierte en el nuevo par de pies
que lo incita a intentar otra vez el paso.

16
Se rompe los pies al primer nuevo paso
y entiende que el agua lo reclama
hasta la última gota.

17
Tendrá que regresar a su habitación de agua
para lavar su camino y poder re-iniciarlo
con un nuevo tipo de lluvia
para sustituir sus pies.

18
¿Cómo explicarse
que este trayecto
no es
otra cosa
que repetirse?

En el suelo
en el agua
y en el aire
seguirá siendo
el pobre diablo
que se retuerce ante sus mismos errores.

¿Cómo explicarle
que cada verso
no es otra cosa
que una línea de camino
y que el agua
es una inmensa extensión del viento?

En cada letra
y cada milla
su miseria
seguirá siendo
el último canto de sí mismo.

Byron Espinoza






















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