Árbol de oro

Es fácil ver metal en la copa
brillo de oro con el sol inclinado
primero la mirada con el sol de través
y no hay otra cosa más que simple fresno
una mañana tibia de mayo por la calle del triunvirato
entre el asfalto y las paredes los vidrios
devuelven la escena que pasa
y detrás la mirada rumbo a lo que viene
a cada metro en un día que crece
la calle del triunvirato
donde un árbol que no es de oro
no es más que la mirada
la carga de nuestra ilusión
en un punto de lo azaroso
como ha sido siempre
cuando miramos
detenidamente
algo

Alberto Boco




"Creo que hay poetas y también hay escritores que escriben versos. Los poetas verdaderos han sido, son y serán pocos. La poesía es un algo muy hondo, una especie de juego grave y a la vez uno de los más serios que existen, y que se debe realizar a conciencia sin saber nunca del todo si sirven las herramientas que tenemos, o ni siquiera cuáles son, y cuál es el resultado. Especialmente, la gran obra me atrevería a decir, el gran trabajo, es el de la preparación del poeta, la construcción de sí mismo como poeta. Esta seriedad no quiere decir solemnidad, ni que uno de los recursos de la poesía no pueda ser el humor; hay humoristas que hacen un trabajo poético, y son poetas. Tampoco quiere decir que no nos riamos de nosotros mismos, y de nosotros mismos, también, en nuestros intentos con la poesía. Se trata de un hacer para ser, que debe ser tomado con responsabilidad, como para que cualquiera de los que escribimos algunos versos andemos por ahí llamándonos poetas. Voy a hablar por mí y de mí: escribo versos desde hace casi cuarenta años, y si quienes los lean creen que lo soy, estaría bueno que, para sí mismos, lo fundamenten, más allá del halago que pueda significar para mí ser llamado poeta. Esta regla que me aplico, la uso como norma."

Alberto Boco


"He tenido una vida simple, con sueños y pesadillas a mi escala, creo. Decía, siendo un chico, que me gustaría ser físico nuclear o piloto de aviones, pero nunca me lo propuse seriamente, tal vez por pereza o falta de determinación; cosas de chicos. Y por otra parte, parece que he aprendido a manejarme bastante bien las decepciones como para dejarlas atrás en el tiempo sin sobredimensionarlas o llevarlas a cuestas como las famosas heridas abiertas…; también he tenido la fortuna hasta ahora de no padecer grandes desgracias personales, y esto debe ayudar bastante."

Alberto Boco



La fuerza de la ilusión

… sospechar que tal vez todo
no sea sino páramo como luz
de casualidad puede crecer algo
(puede que flor u otra cosa)
hasta que la cosa muere y al tiempo
aparece lo igual y lo distinto
y el evocar de cada flor o lo que sea
lo real (si existiera) y lo imaginado
por todos los recuerdos
de cada uno y de todos
hacen la historieta del páramo
que se hizo a su vez otro cada día
sin saber primero
como sospecha después
acaso por querer conocer
y siempre la duda en el final
ahí donde se oye cuando
suena más fuerte la risa
que cualquiera voluntad.
Así también se ama, dicen algunos.

Alberto Boco



“La química orgánica es la que regula este milagro de equilibrio inestable que es la vida.”

Alberto Boco



Licántropos

En tiempos llamados post-históricos la era del midia
y el regreso de la horda
con ojos atascados como por un mal dormir
nuestro “flojo coñac” desanda el aparato
sueño partido este todo supuesto entre oropeles de nada
y el pretexto de los recursos escasos
él no aúlla bajo el puente que filtra por sus huesos
el rayo de la luna
lenta bala de plata las cajitas del tetra
la basura y las costras en la era del confort
olor a mierda y meo de semanas
mientras las voces al acaso apuran su propia cadencia
                        … el precio tiene que ser algo razonable…
                        … hay que coordinarlo…
soba su entrepierna y no aúlla bajo el puente
mientras decimos cosas en agotados papeles y pantallas
y andamos niños olvidados por la música
entre sueños y vigilias que parecen la realidad
y no se diferencian.

Alberto Boco


Los tubos digestivos 

en el motín asesinaron a golpes a un par de soplones
cortaron en pequeños pedazos y sazonaron carne
como es de rigor
hubo albóndigas y hamburguesas con la cosa molida
cuando llega la calma se deben ajustar ciertas cuestiones
ordenar y numerar los objetos y proceder en consecuencia
separar los tantos en una divisoria de aguas
y evitar que se alteren los momentos del banquete
al tiempo se restituyen las formas en su sitio
y nadie se preocupa por los viejos refranes
como ser ese juego de niños que pregona contra toda mezquindad
de lo que se come crece de lo que se come crece
de lo que se come pero ya se sabe
que un niño como un poeta es un idiota que miente
y un adulto es otro niño que además olvida

Alberto Boco



"Me saca de quicio la injusticia, una “cualidad” ampliamente distribuida, socializada, en este pedazo de tierra y agua, con aire respirable, que llamamos planeta. Han habido (hay y habrá) muchos momentos en mi vida en que, por alguna causa, no siempre del todo clara, o absolutamente oscura, me he sentido descolocado del mundo, como mirando los seres y las cosas desde atrás de un cristal y aislado en un universo propio y ajeno a todo. Pero he aprendido bastante a convivir con estas zonas opacas de uno mismo, donde pasan cosas que uno nunca sabe porqué ni para qué ocurren pero están allí, salen de allí, suceden, son parte nuestra y, eso sí, son nuestro compromiso. No nos hagamos los pelotudos de decir “ay, no sé..., es que me puse medio loquito y no sabía qué hacía o qué me pasaba”: …esa historieta de irresponsables, no."

Alberto Boco


"No creo en la reencarnación pero vamos a jugar un poco. No tomaría ninguna de esas opciones, elegiría el innumerableaire (con ese adjetivo que usó un poeta griego para denominar la brillantez de mar picado en un mediodía de sol; dijo “la innumerable risa del mar”). Hace unos días, leyendo una novela que me prestó un amigo y que me tiene atrapado (“El reino de los réprobos”, de Anthony Burgess), un personaje, de los múltiples que pueblan la obra, piensa: “acaso las palabras no fueran sino formas del aire”. Otro ejemplo de mirada poética de un escritor que escribe novelas y que bien puede ser un poeta. Sí, elegiría el aire, sin duda, por ser metáfora de la libertad, y por esa probabilidad que nos abre la frase."

Alberto Boco


Palomas en el cable de la luz

Caminamos junto al paredón del gran cementerio del oeste
sin martingalas con el viejo trance.
Hay palomas en el cable de la luz.

Peripatéticos de hoy
nada parece falso ni verdadero al sonido de los celulares
el contacto con la palabra todavía produce algunas imágenes
y han evolucionado mucho los medios de transporte.

Los niños geniales gozaron su olimpo y su fidias,
los altos de lycavitto y el parnaso ahí nomás
ideas de altura al alcance de la mano. Los césares en Roma
obtuvieron sus mil años de humedad cristiana en los huesos...

Las palomas volaron.
Hay cicatrices de caca todavía en las veredas.
Señales en el gran cementerio del oeste.

Alberto Boco



Poupee
(en el calor de verano)

“Era una novia virgen. En el momento de la rendición, sólo deseó convertirse en viento. Sentirse refinada hasta ser tan solo un filo, un filo invisible de largura desconocida que penetrara en el reino del aire por siempre en movimiento sobre la tierra quebrada. Hija de la tormenta.”

Thomas Pynchon
(Fragmento del libro “Contraluz”) 


ellos gritan que la corte con la levadura en la mañana de lluvia
en el reino de Verano pero nada importa
cruza va y viene y cruza sin dar ni pedir más que la mirada
el compás imposible de un bolero meloso en la fonola
de un bar de baja estofa
vereda llena de gargajos y manchones de goma de mascar
las tetas y la masa de pan sobre leudado
gesto de dislocación o parodia de pasarela
fashion y vereda tropical
finita la lluvia y el aire ozonizado remedan recuerdo de frescura
de ternura
el paso de la imagen de culo de gelatina y carne blanca
como grito de pleno derecho que trajera el verso
del gran bebedor que no sabremos
no
si es imprecación o espera “y la muerte shall have no dominion”
sí escritor
la vida como “La muerte es una región metafórica” y otro montón de apariencias
mientras a su paso los muchachos ríen y gritan cosas
y ella pasa
reina de una cadencia inverosímil
gigante y ridícula toda vida cierta
en el bochorno de la hora

Alberto Boco




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