Busco un lucero
Anoche conté en silencio
los luceros que brillaban;
noté que faltaba uno...
¡Del que estoy enamorada!
¿Dónde estás lucero mío?
¿Has olvidado mi casa?
¿Te has distanciado de mí?
¿Vigilas otra ventana?
Acuérdate que la mía,
tiene el alféizar de plata;
y mi hora ... son las doce,
y en mi farol ... una llama.
La prendo sólo por ti,
cuando la noche está clara;
cuando mi alma suspira...
¡Por tu amor, que nunca alcanza!
Conchita de Pedro-Juan Cuadrillero
Me dejé llevar
Seguí tu rastro en la noche
doblando esquinas oscuras;
la lechuza me miraba...
Y los ojos de la luna.
Compungida ante tu ausencia,
empecé a llorar... La lluvia...
que me empapaba hasta el alma...
me prestó su mejor túnica.
Y me envolvió con su manto...
Y rodeó mi cintura...
Y enjugó dulce mis lágrimas...
Y me dijo... ¡Eres única!
Arropada con su abrigo,
me dejé llevar... La lluvia...
grabó al fuego en mis oídos...
¡la más dulce, de las músicas!
Conchita de Pedro-Juan Cuadrillero
No te merece
Soneto
La moza enamorada se enloquece
si se ve traicionada por quien ama,
y pasa todo el día en su pijama
sin comer ni beber, su humor decrece.
¡Pobrecita! Su pena medra y crece
porque ya su amorcito no le llama
por el móvil, diciendo: ¡hermosa dama!
Ahora es el silencio y me entristece.
No sufras corazón de blanco armiño,
no merece la pena quien te ignora,
espera con paciencia otro cariño,
que seas para él, “emperadora”
y se siente a tu lado haciendo un guiño
dispuesto a venerarte sin demora.
Conchita de Pedro-Juan Cuadrillero
Stop al maltrato
Para ti, hombre salvaje
va esta lágrima enlutada
por aquella bofetada
que me diste con coraje.
¡Ya no quiero más ultraje!
¡No te admito más desprecio!
ni pagar tan alto precio
por ser solo una mujer.
¡Ojalá aprendas a ser
inteligente y no necio!
Conchita de Pedro-Juan Cuadrillero
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