El desierto

Olvido por un instante
la identidad de mis palabras.

Se tornan viajeras
 con equipaje de pergaminos.
Nombres de lugares remotos
 descubren.
Plasman la Historia
sobre dunas en movimiento.
El maná cae del Cielo
en forma de espíritu.
Abro la boca. Como migas
hechas florecimiento.
Recuerdo que desde mi ayer
soy judia.
Guardo dentro de mí
remembranzas de un desierto.
Polvos de aire,
alimento de luz,
esencia de dátil.
Recobran su lugar de nacimiento,
El Negev, tierra dinámica
de color piel
 donde se alebrestan
voces y notas ancestrales.
Numen que me ocupa.

Bella Clara Ventura



Gracias

Agradecer por la vida
aún frente al futuro dolor
de la muerte em ciernes
nos deja en claro que el proceso
bien vale la pena
acogerlo en el seno de la sabiduría.
Experimentos y diárias lecciones
pulen el alma.
Los reveses la iluminan,
Remiten a la fuente del entendimento.
Única verdade
que parte en el escape final.
Luz alcanzada
al aprender
que estamos de paso
sacándole brillo al andar.

Bella Clara Ventura



Paso de fuego

Me envuelvo en una danza de humos,
llamaradas salen del cuerpo
como un diablo sin olvido
cuando ataca.
Me unjo de sales preciosas.
Me dejo llevar por mi propio ritmo
y en una vuelta
se me antoja ser mujer
de pies a cabeza,
gemido de los infinitos.
Sin pensarlo
le doy un nuevo comienzo
a la bocanada.
Siembro mis besos
de deseos
en labios del amado.
Anhelos de caricias
se apoderan de mí.
Un latido se une en el reencuentro,
paso de fuego.
Somos uno en el baile
cuando sabemos de amores
sin ocaso.

Bella Clara Ventura






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