La eterna búsqueda

Siempre a la pasión
precede el beso,
tempestuoso, desesperado
al beso la caricia
que abre las fronteras
de la entrega y lo negado.
A la caricia la ternura,
que inunda cuerpo y alma
en un conjuro embriagador
y taciturno que entre querer
y no querer se va dejando
A la ternura la mirada,
que desnuda, que descubre
y se encuentra en el otro anhelante
A la mirada la búsqueda
implacable de mortales
que quieren reconocer
al amor interminable.
A la búsqueda la inquietud
de mirar de dar ternura
de besar, de ser amado.

Alejandra Burzac


Paraíso

—¿Quién eres? —me dijo una voz inquisidora.
Yo intentaba ingresar al paraíso.
Respondí de prisa:
—Soy la luminosidad del sol,
el brillo incesante de la luna,
el fulgor deseado de las estrellas…
—Blasfema, —dijo con indignación—.
Eres una simple mortal
con ínfulas de diosa salva y elegida.
Volved a vuestro mundo
y llevaros consigo vuestro ego.
El abismo me deglutió apresurado.
Desde entonces estoy aquí
tratando de perfeccionarme en la palabra
para encontrar la contraseña.

Alejandra Burzac


Rutina

Otra vez vuelvo
de la calle cansada
te encuentro
descorchando tu miseria
que derramas en la copa
borra-vino
encegueciéndote en alcohol
y frustraciones
en la que bebes tu vida y la mía
sorbo a sorbo
y yo me quedo mirándote
mirándome
callada
intentando infundir vientos de utopías
salvarnos.
Sabiendo de antemano
que tu intención es
bebernos hasta agotar
la última gota.

Alejandra Burzac


Ser Madre

Tres veces fui tierra fértil,
llevé el milagro de Dios
en mis entrañas dolientes. 

Tres veces fui principio de la vida,
mi sangre nutrió inconsciente
otras venas, otras arterias. 

Tres veces fui preámbulo del mundo
tres veces antesala de conciencia
tres veces se hinchó mi vientre hasta el estallido. 

Tres veces mis pechos fueron mieses
en tres bocas distintas, igual de hambrientas,
de tres bocas sedientas de ternura. 

Tres seres ansiosos por la vida
la bebieron de mí a borbotones
colmaron su boca de mi esencia.

Alimenté tres seres diminutos
esencias indescifrables del futuro,
incógnitas remotas de presente. 

Tres hijos, tres traje a este mundo
al mundo, si, a este mundo aunque me cueste,
tres hijos son mi legado a la existencia. 

Tres son mi sonrisa y tres mis penas
tres que amo más allá de mis sentires
tres son mis hijos, que son mi única riqueza.

Alejandra Burzac



















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