Los trenes de la noche

Avanza el tren por AMARILLAS
tierras de corte desigual,
mientras se QUIEBRAN en astillas
cien horizontes de CRISTAL.
No se oye un son, no se oye un trino
en los juncales de la umbría.
Como una gorra de marino
flota la LUNA en la bahía.
Ni fuerzas casi tiene el VIENTO
para saltar de mata en mata.
Está el PANAL DEL FIRMAMENTO
LLENO DE ABEJAS DE PLATA.
Hay un bambú que dobla en arco
su cabellera desigual;
bajo su sombra finge el charco
un guardapelo de CRISTAL.
El tren de pronto da un rodeo.
¡Vaya un extraño zigzaguear!
Con ese torvo traqueteo
todo el paisaje va a aflojar.
Y al esfumarse bajo el VIENTO,
entre breñales y plantíos,
es como un hilo AMARILLENTO
que va ensartando caseríos.

Cecilio V. Sarret
De la revista Islas, volumen IX, número 4, oct-dic. 1967.
Panorama de la Poesía Cubana Moderna,
selección y prólogo de Samuel Feijóo.
(Universidad Central de Las Villas. Santa Clara, Cuba)



Pinceladas

Sobre las copas del pinar sonoro,
donde ponen los pájaros su nido,
el crepúsculo enfermo se ha tendido
como una inmensa telaraña de oro.

Allá, por el confín de la espesura,
un lago misterioso se dilata
como un espejo de bruñida plata
encuadrado en un marco de verdura.

Ese sol que tranquilo se derrama
sobre el verde y hermoso panorama
en medio del verdor se ha desmayado.

Es que una nube lo ocultó al instante
como si fuera un párpado gigante
que cayera en un ojo ensangrentado.

Cecilio V. Sarret




No hay comentarios: