Onírica traición

Baile sin final en la estancia oscura
que intenso sentí bajo luz de plata,
mas no advertía que la noche ingrata
cegaba con su cendal de dulzura.

Retorné al fin a tus ojos segura,
remansos de calma y ternura innata.
Calma que también el fuego desata,
danzando así entre llamas y blancura.

¡Vana gloria, creer que te tenía!
Torbellino fuimos bajo el velo añil
hasta que el sol brilló, despuntó el día.

Lapidó su lengua esta pasión febril
que tan sólo en sueños él merecía.
Traición de Morfeo bajo luz de marfil...

Almudena Esteso

No hay comentarios: