"Vi, comprendí y amé. Dios es la fuerza inescrutable, oculta en todas las cosas. Él crea y sostiene la vida. Cuando en la tarde de ese mismo día, guiado por la providencia, leí las palabras del Apóstol: “En Él vivimos, nos movemos y existimos”, quedé como sin aliento, paralizado por la embriaguez de espíritu y golpeando mi frente con la mano, caí de rodillas, repitiendo entre lágrimas: “Oh Dios, Oh Dios, Oh Dios”. Tenía a Dios. Tenía la vida. Había pasado meses y meses en una apatía de pantano y, de repente, mi cerebro alcanzó una frescura y agilidad inusitadas. Mil problemas de la vida se me ofrecían y para todos veía una solución nueva, inesperada."

Illemo Camelli

No hay comentarios: