"A los treinta y nueve años de edad decidí ir a Japón a estudiar. Una vez en Japón, al carecer de apoyo financiero, y no querer abandonar mi identidad como monje para trabajar, estaba preparado mentalmente para regresar a Taiwán en cualquier momento. Así, después de un duro año de estudio tenía en mente regresar a Taiwán después de haber completado mis estudios de maestría en Japón.Sin embargo, mi tutor en aquel momento me animó diciéndome las siguientes palabras:

“En el pasado los japoneses fueron a China a aprender el budismo, algo nada sencillo en aquel entonces. Ahora quedan relativamente pocos monjes eminentes en China, por esto es necesario que termines tus estudios antes de regresar. De esta manera podrás hacer que el budismo chino vuelva a renacer. Si continúas estudiando, estoy convencido de que podrás terminar el doctorado en poco tiempo. No te preocupes del dinero, y tampoco tienes que preocuparte de los gastos de manutención. Si en su momento no hay otro remedio, yo mismo te llevaré a pedir donaciones.”

En aquel momento mi tutor dijo una frase que se me ha quedado grabada hasta ahora:

“En el camino del budismo hay vestimenta y alimentos,en la vestimenta y los alimentos no existe el camino del budismo.”

Esta frase significa que con tal de que tengamos la mente que aspira la iluminación y una determinación firme, y queremos dedicarnos al bien de los demás, el vestido y los alimentos dejan de ser un problema. Pero si lo que buscamos es lo material, entonces no habrá esa voluntad y no podrá surgir esa dedicación."

Sheng-yen




Etapas de la vacuidad

Lo lleno y lo vacío tienen la misma dimensión. No hay diferencias entre los dos. Sin embargo los practicantes experimentan dificultades para abrirse un camino de lo lleno a lo vacío. No pueden volver de los fenómenos al fundamento de su ser: la vacuidad. Durante la meditación progresamos de los fenómenos a la vacuidad abandonando uno a uno nuestros estados mentales.

Cuando llegasteis a este retiro, os dije que dejarais en la puerta todos vuestros pensamientos ordinarios y vuestras costumbres – todo aquello relacionado con vuestra vida – , que los dejarais fuera. Es el primero de los abandonos, dejad las preocupaciones. El primer día he dicho que el entorno era particularmente ruidoso para nuestra práctica, con los ruidos, las radios, los niños, y he preguntado si los ruidos de fuera no os molestaban. La mayoría de vosotros ha respondido que no. Pero después una estudiante ha dicho que ella no estaba molesta por los ruidos exteriores, sino que únicamente mis palabras la molestaban. No podía dejar de pensar. Si yo os decía a todos que os relajaseis, ella se sentaba y se decía "estoy relajada, estoy relajada...". Si os decía a todos que fueseis como un cadáver, pensaba "estoy muerta, estoy muerta...". Ha dicho: "Puedo olvidar todo, salvo las palabras de Shih-fu". Os dije que saludarais a vuestro cojín y que tuvierais el deseo de sentaros bien. Pero una vez sentados, olvidar todo eso.

Otro estudiante aun conservaba su deseo de meditar bien. Pero durante todo el tiempo que lo deseaba no meditaba y, ciertamente, no meditaba bien. La segunda etapa consiste pues en abandonar los pensamientos que, de improviso, surgen a todo lo largo del retiro.

Para ir mas lejos en la evacuación, debemos olvidar la técnica misma de la meditación. Es como ponerse un par de gafas. Todo aquello que hay que hacer es olvidarse de que se las lleva puestas y mirar simplemente a través de ellas. Si sois conscientes de la gafas, a la fuerza eso se volverá fatigoso. El atleta de alto nivel que pasa años entrenándose es otro ejemplo. Cuando compite en una verdadera competición debe olvidar la técnica y no hacer nada mas que competir. Si se quiere progresar verdaderamente en la meditación, en un momento determinado hay que saber olvidarse de la técnica y limitarse a meditar. Aquí, mas o menos, todo el mundo tiene ese problema y no puede olvidar la técnica. A veces esto es una verdadera carga.

Cuando simplemente utilizáis la técnica, pero no pensáis en ella, habéis abandonado un factor mental particularmente importante. Pero hace falta ir aun mas lejos y olvidaros de vosotros mismos. Es como un hombre obnubilado por la visión de una chica hermosa que camina por la calle : se olvida y se mete de lleno en un charco. Cuando os olvidáis de vosotros mismos no tenéis puntos de vista ni sensación corporal. Si os olvidáis de la técnica pero no de vosotros mismos vuestro cuerpo se siente muy a gusto. Pero cuando os olvidáis de vosotros mismos los sentimientos de bienestar o de malestar dejan de tener importancia y, sin embargo, todo a vuestro alrededor continúa existiendo con claridad.

Finalmente debéis olvidar incluso el entorno. A pesar de que vuestras orejas no están tapadas, no escucháis nada. A pesar de que vuestros ojos están ahí, no veis nada. No tenéis percepción del tiempo. Habiendo abandonado los problemas exteriores, los pensamientos actuales, la técnica, el si mismo y el entorno, habéis entrado en el samâdhi.

Alcanzar este punto representa una gran dificultad para la mayoría de la gente. Pero si podéis por lo menos olvidar la técnica, perderéis la conciencia del tiempo y estaréis bien sentados. Si os olvidáis de vosotros mismos podréis comprobar un cambio en vuestra personalidad. Y si podéis olvidar el entorno y entrar en el samâdhi comprobareis si duda una trasformación mayor. Habréis hecho un largo camino desde los fenómenos a la vacuidad. En ese momento os daré un método para ir mas allá todavía, hasta el estadio de "no-yo".

Resumiendo estos cinco niveles: primero, vaciáis vuestro espíritu de todas las preocupaciones cotidianas; segundo, dejáis de lado los pensamientos que surgen durante el retiro; tercero, olvidáis el método mismo; cuarto, olvidáis el entorno. Preguntaros a que nivel sois capaces de llegar.

Cuando medito yo paso por estas mismas cinco etapas. Uno tras otro olvido los niveles precedentes, hasta el quinto. Antes este proceso era muy lento. Ahora paso rápida y fácilmente cada etapa. Con la práctica podréis hacer lo mismo. En los sûtras se menciona que el Buda Shâkyamuni entraba en diferentes dhyânas cuando meditaba. Del primero pasaba al segundo, después al tercero y así sucesivamente. Pero los niveles que evoco son aquellos que van del estado mental ordinario hasta el samâdhi. Esto no equivale mas que al primer dhyâna de Buda. Por supuesto no estáis en el nivel de Buda pero el proceso es el mismo.

Con estas instrucciones todo será claro en vuestra práctica. Cuando trabajéis intensamente, veréis muy claramente en vuestra propia práctica. Cuando paséis de una etapa a otra, sabréis de forma muy precisa cual es la próxima. Los niveles están claramente identificados, como los peldaños de una escalera. Finalmente, con una práctica asidua, los subiréis muy deprisa.

Sheng-yen




Método del Bodhisattva Avalokitesvara para la Completa Inmersión a Través del Sentido del Oído

En la sección del Sutra Surangama que hemos estado leyendo, el Buda preguntaba a los veinticinco bodhisattvas sobre los métodos que utilizaban para alcanzar la Total Inmersión. Ahora hemos llegado al párrafo en el que Avalokitesvara habla: “Entonces el Bodhisattva Avalokitesvara se levantó de su asiento, se postró a los pies del Buda y declaró: ‘ Aún recuerdo que mucho antes de incontables eones como granos de arena en el Ganges, un buda llamado Avalokitesvara apareció en el mundo. Cuando yo estaba con Él, generé la Mente Bodhi y para mi entrada en Samadhi, fui instruido por Él para practicar la meditación mediante el órgano auditivo´”

Avalokitesvara habla del pasado distante, innumerables eones hace ya. Incluso un solo eón es un período de tiempo extremadamente largo. En esta remota época se encontró con un Buda cuyo nombre era también Avalokitesvara, y fue este Buda quien le enseñaba cómo practicar.

Es el Bodhisattva Avalokitesvara quien habla. ¿Quién es él? Entre otras cosas, es un bodhisattva muy importante (un santo budista) en la Tierra Pura Occidental del Buda Amitabha. De hecho, él es heredero a la posición de Buda en dicha Tierra de Buda. Cuando Amitabha entre en el Parinirvana, será Avalokitesvara el Buda de esta Tierra Pura Occidental. Tal vez cambiará de nombre luego o tal vez habrá alguna oscura cláusula en la constitución de la Tierra Pura Occidental del Buda Amitabha,que dice : “ ¡No habrá cambio de nombre!” …¿Qué piensas tú?

¿Cuándo se convertirá Avalokitesvara en el Buda de la Tierra Pura Occidental? Es una Interesante pregunta, porque el nombre “Amitabha” significa “ Vida Infinita” o “vida inmensurable” . El Bodhisattva Avalokitesvara fue iluminado y se convirtió en un bodhisattva hace un tiempo inimaginablemente largo. Él podría esperar todavía muchos más eones antes de alcanzar la Budeidad completa . Afortunadamente, es extremadamente paciente y se contenta con ser un bodhisattva. Después de todo, no tiene apego a la idea de convertirse en un Buda. Sólo nosotros, los seres sensibles ignorantes, somos quienes nos apegamos a la idea de convertirnos en Budas.

Este es un punto crucial para tomar en cuenta. Un bodhisattva no alberga anticipación o expectativa de realización para él o ella. Avalokitesvara no se preocupa por convertirse en Buda, un bodhisattva dedica simplemente sus esfuerzos a ayudar a los seres sensibles.

Cuando el Bodhisattva Avalokitesvara estaba con el Buda Avalokitesvara, generó la Mente Bodhi, la aspiración para alcanzar la más alta iluminación por el bien de los seres sensibles. Una vez logrado esto, el Buda Avalokitesvara le enseñó un método de contemplación y práctica usando el sentido del oído a través del cual fue capaz de entrar en Samadhi.

El Samadhi referido aquí, es lo mismo que la Iluminación. Es a lo que se refiere en el Chan como “ Iluminando la mente y ver la propia naturaleza”. La palabra “Samadhi” tiene diversos significados en los sutras budistas. El más común, se refiere a la absorción o concentración meditativa profunda. Dhyana también se refiere a ese estado. Dicho Samadhi puede ser alcanzado por los practicantes que buscan los beneficios mundanos, en cuyo caso, esto es parte del dharma y de la práctica mundanos. La absorción meditativa samadhi, también puede ser parte de una práctica que trasciende los fenómenos mundanos. Tanto los Budistas Hinayanas como los Mahayanas practican samadhi de esta naturaleza.

¿Cuáles son las diferencias entre estos samadhi? El samadhi Mahayana es alcanzado por los bodhisattvas Mahayanas. Los seres en este estado permanecen en samadhi durante sus actividades cotidianas. Ya sea que den conferencias de exposición del Dharma, ayuden a los seres sensibles, mediten, hagan transacciones en la bolsa de valores o se dediquen a cualquier otra actividad, los Bodhisattvas permanecen en samadhi.
¿Cómo difiere esto del estado mental de un ser sensible común? Un bodhisattva no tiene apegos o preocupación por lo que hace o los resultados de lo que hace. No sufre disgustos, ni experimenta emociones tales como alegría, tristeza, furia o excitación como los seres sensibles comunes. Ayudar a esos seres es su única preocupación y él naturalmente, hace todo lo que sea necesario para traerles paz y ayudarles a progresar en el Dharma.

Hay dos clases de arahats Hinayanas (practicante Hinayana que ha alcanzado el estado de iluminación). Una clase logra el estado de arahat a través de samadhi, la otra lo logra sin experimentar samadhi. Al igual que los bodhisattvas Mahayanas, aquellos que obtienen el estado de arahat a través de samadhi son libres de aflicciones, tanto en la meditación como en la vida cotidiana. Son libres del apego al yo, sin embargo, difieren de los bodhisattvas en que ellos no tienen la aspiración de ayudar a los seres sensibles. Los arahats tienden a pasar su tiempo en meditación.

Cuando uno entra en el samadhi mundano, parece no haber aflicciones ni fluctuaciones emocionales o de estados de ánimo. Pero el egocentrismo permanece. Esto es muy diferente del samadhi del arahat en el cual, el egocentrismo ha sido eliminado. Un practicante en el estado de concentración profunda del samadhi mundano podría sentirse como si estuviera liberado de todas aflicciones pero una vez que termine de meditar el poder de su samadhi perderá fuerza y una vez más experimentará sus aflicciones. ¿ Cuál será su respuesta en este caso? Tal vez regresará a la meditación para evitar las aflicciones de la vida cotidiana. Esta conducta es similar a la del arahat pero por diferentes razones. El arahat retorna a la meditación no porque experimente aflicciones, sino porque para él no hay nada más que hacer. Y esto es porque – a diferencia del bodhisattva- él no ha hecho votos para ayudar a todos los seres sensibles.

La absorción meditativa samadhi frecuentemente implica pensar en, o contemplar una idea. La concentración es alcanzada a través de la práctica de la contemplación. El escuchar no se asocia normalmente a esta forma de práctica del samadhi, sin embargo el sutra no habla de la absorción meditativa, sino del samadhi que significa iluminación.

En el Sutra, Avalokitesvara continúa diciendo: “ De inicio, a través de dirigir el sentido del oído hacia la corriente de meditación, tanto la corriente como el sujeto que entran alcanzan la quietud. Tanto el movimiento como la quietud se vuelven claramente inexistentes.”

El método que el Buda Avalokitesvara enseñó al Bodhisattva Avalokitesvara es este: Primero, simplemente oyes o escuchas, vas a la contemplación y luego a la práctica. Comienzas escuchando u oyendo un sonido como acostumbras a hacerlo normalmente. Eventualmente, progresas en el escuchar el sonido sin sonido, quiere decir, el sonido silente. Sucede cuando el practicante y el sonido ya no están separados. En este momento el sonido no existe como tal mas el practicante todavía sigue oyéndolo. (En este caso uso indistintamente el “oir” y el “escuchar”). Eventualmente, tu energía física y/o mental ya no es suficiente para mantener este estado, y te encuentras extraviado en ese estado de no-separación del sonido. Esta pérdida de energía sucede también cuando usas otros métodos de práctica. Por ejemplo, si empleas el método de contar las respiraciones y lo estás haciendo bien llegarás al estado en el que tu ser, tu respiración y tu conteo ya no están separados. Sin embargo, no puedes permanecer en este estado indefinidamente. Eventualmente tu energía física y/o mental se disminuye y eres extraído de este estado. Entonces necesitas usar el método de contemplación.
Cuando hablo de “contemplación” no me refiero al hecho de que uses tu mente racional para pensar en una idea. La contemplación significa desarrollar y mantener un cierto estado de la mente pacífico y quieto. No te desanimes, ni te llenes de ansiedad por los resultados. La contemplación y el escuchar no están realmente separados. Oyes a través de usar el estado de la mente continuo y quieto que es la contemplación.

La tercera parte de la meditación a través del sentido del oído es la práctica o cultivo. Requiere que en todas las situaciones y en todo momento, mantengas el oír y la contemplación. He declarado que cuando meditas por medio del sentido del oído, comienzas oyendo, luego alcanzas el estado de no-separación de lo que escuchas y que, eventualmente, tu energía es insuficiente para sostenerte en ese estado, por lo que continúas la contemplación. También he dicho que deberías mantener la práctica en todo tiempo. En realidad el oír, la contemplación y el cultivo son eventos, de hecho, simultáneos; ellos no están separados. Pueden ser secuenciales al principio pero mientras profundizas en la práctica, las tres acciones ocurren simultáneamente. Cuando enseño la meditación, frecuentemente hablo sobre contemplación, iluminación y el “recuperar”, queriendo con esto decir – que volver al método luego de haber sido distraído por pensamientos errantes.

La contemplación, la iluminación y el “recuperar” todos son partes del método y suceden de forma secuencial, pero en la meditación a través del sentido del oído, el oír, el contemplar y el cultivar suceden simultáneamente.

Aquellos que practican la meditación probablemente saben de lo que estoy hablando. Si nunca la has practicado, entonces probablemente te sientes como alguien que nunca ha probado la carne de res, de cordero o de cerdo escuchando a otra persona que trata de describir cuán diferente es el sabor de cada una. Ninguna explicación, por extensa que sea, puede proporcionarte una concreta comprensión de la diferencia entre cada sabor. Puedo explicarte qué es oír, contemplar y cultivar en la meditación, pero si quieres saber a qué saben la carne de res, el cordero o el cerdo, no podré ser de ayuda. Lo siento, ¡ soy vegetariano!

Avalokitesvara dijo “… para poder entrar en Samadhi, fui instruido por Él ( Buda Avalokitesvara) para practicar la meditación por medio del sentido del oído “ Como dije antes, en este caso Samadhi significa samadhi con sabiduría o iluminación. ¿ Cómo entró Avalokitesvara en Samadhi? A través del oír, la contemplación y el cultivo. A través de ellos desarrolló su sabiduría. El entrar en Samadhi y el desarrollar la sabiduría son simultáneos.

Las siguientes líneas que Avalokitesvara dijo son de extrema importancia. Aun si no las entiendes, al menos las habrás escuchado. “ Al principio, al dirigir el órgano del oído hacia la corriente de meditación, este órgano fue separado de su objeto, y a través de eliminar el concepto del sonido y la entrada a la corriente, tanto el disturbio como la calma, se volvieron claramente inexistentes.”

Primero escuchas de la manera convencional, con tus oídos, pero eventualmente los oídos dejan de funcionar y usas tu mente para oír. ¿ Cuando cierras los ojos puedes ver todavía? A veces decimos “ Puedo ver lo que estás diciendo”. ¿Nos referimos a que estamos usando los ojos o los oídos? Y nuevamente, cuando escuchamos a alguien hablar, con frecuencia captamos un mensaje no verbal. En español decimos“ leer entre líneas” ¿ Lees entre líneas con los oídos o con la mente?

En el pasado, en las relaciones románticas en China, las mujeres solían con frecuencia decir lo contrario de lo que realmente querían decir. Era tarea de los hombres determinar cuáles eran los verdaderos sentimientos de ella, a través de su tono y de otros aspectos de su expresión. Por ejemplo, si le propusieras matrimonio a una mujer, ella podría contestar “ Preferiría casarme con un perro que contigo”. Entonces tendrías que descifrar lo que ella realmente está diciendo. ¿ En ese caso, escucharías con los oídos o con la mente?

Volvamos a la meditación a través del sentido del oído. Cuando te dedicas a la meditación a través del órgano del oído, inicialmente usas tus oídos para oír, pero en cierto momento el sentido del oído cesa en su función. La mente continúa escuchando, sin embargo, y escuchas sonidos silenciosos. Por favor no adoptes la idea errónea y concluyas que hay alguna clase de sonido místico emanando dentro de su cuerpo. Eso no es la verdadera práctica del Dharma.

¿Existe algún sonido para este sonido silencioso? En este estado podemos decir que mantienes una continuidad energética. Cuando esta energía es mantenida sin interrupción alguna, podemos decir que “estás escuchando”.

¿Has escuchado el koan de la tradición Zen japonesa sobre el sonido de una mano aplaudiendo? Un Maestro preguntó “¿ Puedes escucharme aplaudir con una mano?” y un segundo Maestro respondió “ “Si, lo escucho”, “¿Cómo es ese sonido?” preguntó el primer Maestro. El segundo Maestro contestó “ Es como el trueno golpeando en mis oídos”… ¿ Falso o verdadero?. Tal vez los Maestros bromeaban, pero el sonido pudo haber sido real. Si aplaudes con tu mente, yo puedo escucharlo con la mía.

Alguien que está enfadado puede golpear algo , una mesa, quizás. Si eres el objeto de su ira, tal vez sentirás que él o ella está golpeando directamente tu corazón o tu mente aunque no hay contacto físico. El sonido de los golpes en la mesa, puede incluso resultarle doloroso. ¿Has experimentado esta clase de “escuchar”. Muy probablemente, todos nosotros hemos experimentado algo similar.

Regresando a la práctica. En cierto momento ya no existe separación entre el sujeto, el que está escuchando y el objeto que se escucha. Aún así, el escuchar prosigue.

Avalokitesvara dijo: “ dirige el órgano hacia la corriente de meditación…” La “corriente de meditación” es la ininterrumpida corriente del sonido silencioso. Cuando el practicante entra en ella, en el sonido sin sonido, se ha olvidado de sí mismo, se ha olvidado de que está en la corriente, se ha olvidado de la corriente misma. A continuación Avalokitesvara dijo:” tanto la corriente como el sujeto que entran se vuelven inactivos. Tanto el movimiento como la quietud se vuelven claramente inexistentes”. Esto significa que tanto el sujeto que entra en la corriente como el objeto, o sea la corriente en la que se ha entrado, se vuelven inactivos. El término “inactivo” describe un estado de inmovilidad, pero el practicante en ese estado no tiene percepción ni tampoco experimenta la quietud o el movimiento.

Este estado en el cual no hay percepción de la inmovilidad o del movimiento es Samadhi Mahayana. El tipo común y mundano de samadhi es también un tipo de quietud. Pero un practicante en Samadhi Mahayana no es movido por el medio ambiente o por las emociones. El no tiene intención de mantener la mente inmóvil. No hay intencionalidad y no hay movimiento en absoluto.

El estado en el cual no hay percepción de la quietud o el movimiento está más allá de ese estado descrito en el sutra como “… dirigiendo el sentido del oído a la corriente de meditación, tanto la corriente como el sujeto que entran en ella se vuelven inactivos.” Esto es llamado “ entrar en la corriente y olvidar el objeto” y es un estado de samadhi que ocurre durante la meditación. Pero, cuando el movimiento y la quietud se vuelven claramente inexistentes, cuando “ no hay percepción de movimiento o de quietud” este estado persiste en todo tiempo, durante la meditación o en las actividades cotidianas.

En este nivel del desarrollo puedes hacer la “Práctica Chan en cualquier ajetreada intersección” Esto no significa que realmente te sientes y medites en medio de un crucero. Significa que no existe ni quietud ni movimiento en tu mente, no importa lo que haces. Puedes comer helado, pasear al perro, hacer la compra y sin embargo “tanto el disturbio y la quietud se vuelven claramente inexistentes” Podrás encontrar esto especialmente útil. Recuerda que puedes practicar el Chan en todo momento: en el trabajo, en la casa o incluso mientras recorres los largos pasillos del supermercado!“

Charla sobre el  Surangama Sutra por el Maestro Sheng Yen el 19 de noviembre de 1995



"Si no educamos hoy, el budismo en Taiwan no va a tener mañana."

Sheng-yen



"Son cuatro los sentidos del agradecimiento al relacionarse con otros : agradecimiento por los sucesos que nos hacen crecer, agradecimiento por las oportunidades que nos honran, agradecimiento por las enseñanzas del Dharma, agradecimiento por poder inspirar a otros mediante una acción ejemplar."

Sheng-yen








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