Algún día
Felices los retratos de la infancia.
Todos bien juntos, buscando cada cual
ser el primero
detrás de las sonrisas que anunciaban
los años más felices.
Nada queda de la casa ni del balcón
que sirvieron de marco a la fotografía.
Sólo en el fondo de las miradas
podemos reconocer que alguna vez
no todo estuvo perdido.
Hoy, cuesta decirlo, somos ruina.
Queda muy poco de aquellas miradas optimistas.
Mirarnos desde ahora es como maldecirnos
por haber derrochado tanta vida.
Ángel Maldonado Acevedo
"He podido exhudar mis demonios interiores, los duendes que me persiguen desde la infancia, los terrores primigenios."
Ángel Maldonado Acevedo
"He vivido de la literatura como condenación y exorcismo a la angustia del papel en blanco, he sobrevivido la pasión del espíritu liberado: dolor y complacencia, como anverso y reverso de la moneda, Jugada al momento de tomar la decisión de ser escritor."
Ángel Maldonado Acevedo
Nadie
Nadie te busca ya para unas notas,
nadie te llama para un cuento de antaño
sólo estás doblando ante la fría tarde
rebuscando quién sabe qué secretos
para apoyar la sombra de tu frente.
Ya no importa ese día que prolongas
como oscuro residuo de la tarde
tanteando misteriosos pentagramas
al filo de sabores antiquísimos.
La noche fría cae por tus ojos
doblando para siempre
donde ciegos violines precipitan
su frágil soledad.
La tristeza dobla mudas campanas que te dicen
que ya soto el recuerdo te concede
el espacio vital. Tu espacio indiferente
a donde nadie llega a donde nadie
llama para un cantar para una nota.
Ángel Maldonado Acevedo
Quiero decirles:
mi ser es una metafísica desleída un aluvión de preguntas que ruedan hacia la nada y aunque ustedes no lo crean una verdad a la que no encuentro explicación.
Ángel Maldonado Acevedo
Una fecha tardía
es una fecha tardía: no ha
en todo el condado. Las colinas están secas
con el tráfico de las llamas que iluminan la noche.
Es un retraso lento y lento en sus decepciones.
Tenga en cuenta que el cuerpo está buscando
las bocas de un río navegable.
(Es probable que no haya primavera de su viaje)
Hay caprichos que llamamos esperanza
y que nos llevarán a través de rumores utópicos
hacia el páramo solar.
Este arbusto de noria recurrente, que entona su música discreta,
el poema también presentaba vacaciones en
silencio
en la página en blanco.
Ángel Maldonado Acevedo
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