Celada verbal
             
Hay varias maneras de matar a un hombre:
con un tiro, de hambre, con espada
o con la palabra
 -envenenada.
                         
No es necesaria la fuerza.
Basta con que la boca suelte
la frase engatillada
y el otro muere
-en la sintaxis de la emboscada.

Affonso Romano de Sant'Anna


El muro de Berlín

1

¿Qué se levanta en mí
con este muro
que cae en Berlín?

Podría decir cosas banales, como
esperanza & paz, repetir titulares, mas
del humus de este muro brota más.

¿Como nombrar lo que allí nace
si toda palabra es límite, señal escasa
y la realidad
- excesiva señal?

2

Desde hace años, sentado
sobre la piedra de este muro
conjeturo:
muro mundo
sin fin ni fondo.
Esto es ruina.

Esto es ruina
donde el perro orina
y el moho se pega, ruina
de abajo arriba, que no se sabe
dónde comienza o culmina

muro mundo
sin fin ni fondo
multitud
multitud
multitud
solitud
soledad
solitud
contra el muro

Una nueva generación va.
Otra generación viene
y donde había musgo y miedo
piedra y furia,
ahora hay una canción.

3

Ese muro nos petrificaba.
Ese muro nos cementaba.
Ese muro nos golpeaba.
Ese muro nos muro-dejaba
muro-aislaba
muro-humillaba,
ese muro nos momificaba.

Como la historia del sí
contiene la historia del no,
este muro comenzó a ser erguido
antes que nuestra mano: antes
del kaiser, antes
del zar, antes
de César, antes
- del Gran Khan.

Y ese muro
no cayó de repente. Cayó
hacia afuera al derrumbarse
completamente.

Así el pasado al presente
otra vez se acopla: otra vez
ayó el Imperio Turco y el Romano
y uno se horroriza
y maravilla
con otra caída de la Bastilla.

4

Ese muro ya caía
cada vez que en Siberia
alguien soñando en el hielo
- lo derretía.

Ese muro se caía
cuando lo que separaba
en lugar de separar
unía.

Ese muro se caía
siempre que la tiranía
pensaba estar dando frutos
y, al contrario,
se pudría.

De piedra en piedra
la historia del hombre
es la sublime historia
de su derrumbe.

Nunca más, como ratas, huir por orificios
sinon en humana fiesta.
Es hora de, con júbilo, bailar
sobre sus deserdicios.

Por eso, vuelvo a preguntar:
¿que se levanta en mí
con ese muro
que cae en Berlín?

Leo y desleo la historia viva.
Todo muro es límite, señal escasa
y la libertad
señal excesiva.

Affonso Romano de Sant'Anna
Traduccion de Ana Lía Torre Obeid

 Affonso Romano de Sant'Anna


Epitáfio para el siglo XX

1.

Aquí yace un siglo
donde hubo dos o tres guerras
mundiales y millares
de otras pequeñas
e igualmente bestiales.

2.

Aquí yace un siglo
en que se creyó
que ser de izquierda
o de derecha
eran cuestiones centrales.

3.

Aquí yace un siglo
que casi se esfumó en la nube atómica.
Se salvó por suerte
y por los pacifistas
con su homeopática
actitud
- nux vómica.

4.

Aquí yace un siglo
que un muro dividió.
Un siglo de concreto
armado, canceroso,
drogado, apestado,
que al fin sobrevivió
a las bacterias que parió.

5.

Aquí yace un siglo
que se abismó
con las estrellas
en las telas
y que el suicidio
de supernuevas
contempló.
Un siglo filmado
que el viento se llevó.

6.

Aquí yace un siglo
semiótico y despótico,
que se creyó dialéctico
y fue sidoso y patético.
Un siglo que decretó
la muerte de Dios, la muerte de la História,
la muerte del hombre, en que se pisó la luna
y se murió de hambre.

7.

Aquí yace un siglo
que oponiendo clase a clase
casi se desclasificó.
Siglo lleno de anatemas,
antenas, siberias y gestapos
e ideológicas safenas;
siglo tecnicolor
que todo transplantó
y el blanco con el negro
a la fuerza juntó.

8.

Aquí yace un siglo
que se echó en el diván.
Siglo narciso & esquizo
que no pudo computar
sus neologismos.
Siglo vanguardista,
marxista, gerrillero,
terrorista, freudiano,
proustiano, joyceano,
borges-kafkiano.
Siglo de hippies y utopías
que en un chip entrarían.

9.

Aquí yace un siglo
que se llamó moderno
y mirando soberbio
el pasado y el futuro
se creyó eterno;
siglo que de sí
hizo tal alarde
y, sin embargo,
- se va ya muy tarde.

10.

Fué duro atravesarlo,
Muchas veces morí, otras
quise volver al XVIII,
o al XVI, saltar al XXI, salir de aquí
¿ a qué lugar?
- Ninguno.

11.

Piedad de nos, oh vosotros,
que en otros tiempos nos juzgáis
desde la amena galaxia
en que irónicos estáis.
Piedade de nos,
-modernos medievales-
piedad de nos, como Villon
y Brecht, que por mi voz
de nuevo imploran. Piedad
de los que en este siglo vivieron
per omnia saécula saeculorum.

Affonso Romano de Sant'Anna



"Este Señor que hizo las cosas, que se llama Dios, cuando hizo al ser humano cometió algunos equívocos. (Por ello urgió a) hacer alguna corrección en el ADN de los hombres, sobre todo los machos (...), los hombres son un peligro. Los hombres son una amenaza de sí mismos. Los hombres son una tragedia. Tenemos que corregir ese ADN."

Affonso Romano de Sant'Anna


Los hombres aman la guerra

Los hombres aman la Guerra.
Por eso se arman y se visten de colores
para el dudoso deporte de la muerte.

Aman y no lo disfrazan.
Alardean ese amoren las plazas,
crean manuales y escuelas
alzando banderas y recogiendo cajones
entonando slogans y sepultando canciones.

Los hombres aman la guerra. Pero no la aman
solo con el coraje del atleta
y el orgulho militar, sino con la piadosa
vos del sacerdote, que antes del combate
-sirve la Hostia de la Muerte.

Fué así en Crimea y Troya
en Eritrea y Angola
en Mongolia y Argelia
en Siberia y Ahora.

Los hombres aman la guerra
y mal soportam la paz.

Los hombres aman la guerra, profana
o santa, lo mismo dá.

Los hombres tienen la guerra como amante
aunque desposen la paz.

Y que arrobos, Dios mio! en ese encuentro voraz,
qué placeres, qué gemidos, qué eyes!.

Qué sublimes perversiones urdidas
en la mortaja de las sábanas, agostando
la cama o campo de batalla.

Durante siglos pensé
que la guerra seria el desvío
y la paz la ruta. Me equivoqué. Son paralelas,
márgenes de un mismo rio, la mano y el guante,
el pie y la bota. Más que gemelas,
son siamesas, par e impar, suerte y pesar
son el uróboro-serpiente circular
devorándonos eternamente.

La guerra no es un intervalo
es parte del espetáculo, y no sólo es tragedia,
es comedia,real o popular.

La guerra no es cruel imprevisto.

Es reincidente vicio. Es un rito
lleno de riesgos. Por eso es mejor que el circo:
es donde el alegre trapecista
vestido de kamikases
salta sin red ni soporte,
se quiebran todos los platos
y el contorsionista se parte
en el Kamasutra de la Muerte.

Pero la guerra no es el revés de la paz,
es su cuna, y seno complementarlo.

Y el horror no es el reves del belo.
El horror no es oscuro, es la contrapartida de la luz,
lúcifer es Luzbel, brilla como Gabriel
y el terror seduce. Nada más seductor
que Cristo muerte en la cruz.

Por lo tanto, la guerra no es sólo misa
que oficia el padre, ciencia
que alucina al sabio, deporte
que fascina al fuerte. La guerra es arte.

Por eso con ardor de vanguardistas
frecuentamos la Bienal del Horror
e inauguramos la Bauhaus de la Muerte.

Pero sobre la carniceria no hay cuervos,
chacales, buitres, hienas.

Hay lindas garzas de alumínio, serenas
en un electrónico balet.

Tal vez fuese la danza de la muerte, patética.

Pero no lo es. Apenas es otra leccion de estética.

Por eso los soldados modernos
son como médicos y ingenieros
y ningún ministro de guerra
usa ropa de carnicero.

Guerra es guerra
decía el invasor violento
violando la monja en el convento.

Guerra es guerra
decía la estatua del almirante
con su boca de cemento.

Guerra es guerra
decimos en el radar
degustando al enemigo
al norte del paladar.

Por lo tanto, no es preciso disfrazar
el amor a la guerra, con historias de amor a la Patria
y defensa del hogar. Amamos la guerra
y la paz, en bigamia ejemplar.

Yo, poeta moderno y el eterno Baudelaire,
yo y hasta vos , hypocrite lecteur
Mon semblable,mon frère.

  Queremos la batalla, aviones en llamas navios hundiéndose ,
el espetacular enfrentamiento

De mañana abrimos visceras de peces
con la punta de las bayonetas,
y al son del culinario clarín
hundimos nuestras adagas en los chanchos
y adornamos de medalla
los muertos sobre la mesa.

Si es posible, la carne limpia, sin sangre
que el misill, lanzado a la distancia,
en silencio, no salpique nuestra ropa.

Pero si fuera preciso un “baño de sangre”,
como decía Terencio: “Soy humano
y nada de lo que es humano me es extraño”.

La muerte y la guerra, por lo tanto
ya no me agarran de sorpresa.

Inscrivo su esfigie en la piedra
como si el dado de mi suerte
yo no rodase al azar.

Como se pasase del blanco
ao negro y al blanco retornase
sin ensombrecerme jamás.

Que venga la guerra. Cruel. Total.

El atómico clarín y la génesis del fin.

Cauto como conviene a los sabios,
primero gritaré contra ese hecho.

Pero voraz, como conviene a la especie,
ao ver que invaden mis huertas
de la hojas del banano inventaré
la ideológica bandera
y haré estallar el cuerpo de mi enemigo
antes que ataque.

Y si el no tira, ni viene aprovecho
su descuido de hombre débil, invado su casa
realizando mi hambre de canibal
rugiendo bajo mi máscara de hombre.

Terrible es tu discurso, poeta!
escucho a alguien decir.

Terrible fue elaborarlo,
ahora me siento libre.

La muerte y la guerra
ya no me puedem alarmar.

Como Édipo perplejo
las descifré en mis vísceras
antes que la dudosa esfinge
me pudiese devorar.

Ni cínico ni triste. Animal
humano, voy en marcha, danzas , rezos
para el gran carnaval.
soldado,penitente, poeta
la paz y la guerra, la vida y la muerte
me aguardan
en un atómico funeral.

Se acabará la especie humana sobre la Tierra?
no. Han de sobrar un nuevo Adán y Eva
para rehacer el amor, y dos hermaos:
Cain y Abel
a reinventar la guerra.

Affonso Romano de Sant'Anna



"Ninguna duda de que los hombres tienen a la guerra como amante (...). Los hombres aman la guerra... Si vemos la historia de la humanidad desde los griegos, desde antes de los griegos hasta hoy, con un país militarizado como Estados Unidos, que es un país muy desarrollado, que tiene el Ejército más potente, la guerra infelizmente pertenece al ADN del ser humano."

Affonso Romano de Sant'Anna



"No hay cultura sin poesía, hasta los mismos iletrados, los analfabetos, tienen poesía."

Affonso Romano de Sant'Anna



"No sé exactamente si soy ensayista o periodista (...) podría decir que básicamente soy un poeta y sé que la poesía está en la base de todo lo que hago", incluso "en los ensayos de la administración pública."

Affonso Romano de Sant'Anna



Teorreas
             
             * Don Miguel de Saavedra y Cervantes, tal vez por haber perdido 
               mucho tiempo prisionero en el Norte de Africa hasta que la reina 
               lo rescatara por 500 monedas de plata, no pudo estudiar estilística 
               con Amado Alonso y Helmut Hatzfeld, pero ya temía que Borges y Pierre 
               Menard escribirían el Don Quijote.
                         
             * Scherezade, sin que el rey lo notara y con la complicidad de su hermana, 
               saltó las páginas de las 1001 Noches escritas por Tzetan Todorov sabiendo 
               que en aquel exacto momento él estaba reescribiendo El Decamerón.
                         
             * Rabelais aún no pudo leer a Starobinski, Skolovsky y a los investigadores 
               de la Ècole de Hautes Ètudes, pero supo de Balzac que dejó de lado La 
               Comedia Humana,  tan interesado anda en el S/Z  de Barthes y en los cursos 
               de semiología de la Sorbonne.
                         
             * El cacique Bororo con Lo crudo y lo cocido bajo el brazo llamó a la puerta 
               de la Alliance Française pidiendo que M. Lévi-Strauss le enseñase  
               finalmente la lengua de Montaigne.
                         
             * Joyce ciertamente escribió el Finnegans Wake, vivió en Trieste y sabía mil 
               lenguas; pero murió, y esto es grave, sin haber leído el Plan-Piloto de la 
               Poesía Concreta.
                         
             * Cristo, por ejemplo, no fue a misa el último domingo.
                         
             * Es el pasado el que necesita profetas.
               El futuro a Dios pertenece.

Affonso Romano de Sant'Anna



Una generación se va, otra generación viene

Cuando yo era niño
y mis padres y tíos contaban sobre la dictadura
que duró 15 años, dividió sus vidas en dos
entre censuras, policías y torturas
yo los miraba como un niñito mira el desamparo de un adulto.

Hoy, mis hijas me preguntan
sobre esos 15 años de otra dictadura
que me sobrevino en plena juventud
y yo las miro como un adulto mira el desamparo de un niñito.

Tengo 40 años. escapé
de ahogos y desastres antes y después de las fiestas
y atravieso ahora la zona negra del infarto.
En breve
             estaré sin cabellos y con más arrugas en la faz.
Cuando venga de nuevo una nueva dictadura
                                                          estaré viejo
y con tedio frente al espejo
contemplando el desamparo en que dejaré a mis nietos.

Affonso Romano de Sant'Anna




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