"Sabemos que la voluntad pone en marcha esa fuerza llamada amor que crea circunstancias favorables a la empresa que la voluntad ha comenzado, pero debemos accionar constantemente la voluntad para que funcionen también las circunstancias. Si la voluntad se detiene, las circunstancias favorables desaparecen. Al iniciar una empresa debemos pensar pues si nuestras reservas de voluntad son suficientes y ésta no desfallecerá una vez pasada la etapa de exaltación romántica, cuando la empresa se convierta en rutina y en peso que tendremos que soportar."

Kabaleb

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