Alma

Conciencia, manifestación de conmoción,
te burlas de la existencia.

Los amores del tiempo
frecuentan tus paisajes,
tiemblas en las hojas del ser,
llenas el universo,
no conoces la salida,
anhelas viajes.

En tus espaldas aletea el mundo,
te baña de luz el sol.

El sueño entre los ojos.

El sueño entre los ojos canta
como si fuera el agua de la fuente,
como si fuera el pastor del cuento
que tenía barba blanca
y recogía niños para mandarlos al cielo.
Allá están ellos, antes de que él muera.

Giōrgos Sarantarēs


De la belleza

La más dulce virgen
adorna un cuarto
y hace feliz el pensamiento.

Diremos que somos felices
y que es nuestro turno
de ser inmortales.
Besar la belleza
en la boca
y en su fino vestido.

Giōrgos Sarantarēs



El mar de aquellos tiempos

El mar, en aquellos tiempos,
nos había levantado en sus alas,
y bajábamos al sueño
y pescábamos en el aire los pájaros
En el día nadábamos en las voces y colores
y en las noches nos tirábamos bajo los árboles y las nubes
Despertábamos para cantar
Fueron tiempos tempestuosos
y sólo cuando regresaba la tranquilidad
nos íbamos sin que nada molestara la alegría
Desde las rocas hasta las montañas nos guiaba la Galaxia
y cuando nos faltaba la mar estaba Dios.

Giōrgos Sarantarēs


Existencia

Existencia,
regalo en nuestra cándida esencia,
risa que graba
la noche que nos abarca.
Sobre los álamos
dejó su corona.

Trae al bosque dormido
el susurro del sueño
que a nosotros los silenciosos
despertó.

Giōrgos Sarantarēs



Hablo

Hablo porque existe un cielo
que me escucha
porque me hablan tus ojos
y no hay mar ni país
donde los ojos no hablen

Hablan tus ojos y bailo
hablan del rocío y yo bailo
mis pies van sobre la hierba
y el viento, que nos oye, sopla.

Giōrgos Sarantarēs



No somos poetas

No somos poetas significa huir,
significa abandonar la lucha,
dejar la alegría a los ignorantes,
las mujeres a los besos del viento
y  al polvo del tiempo.

Significa que tenemos miedo
y la vida se nos ha hecho ajena,
y la muerte, congoja.

Giōrgos Sarantarēs



Nuestro corazón

Nuestro corazón es una ola que no rompe
en la costa. ¿Quién adivina el mar
de donde sale nuestro corazón? Pero es
nuestro corazón una ola secreta, sin espuma.
Sin hablar toca tierra. Y sin ruido sube
por el relieve de un anhelo, que no conoce

Giōrgos Sarantarēs



Sueño

Como nube blanca
tu sombra cubre el sueño
en el paraíso difícil de encontrar donde duermo.
Escucho cómo cantas bajo el sol,
pero entre tu voz me mareo
y no veo el cielo.

Giōrgos Sarantarēs




Te escribo versos

Te escribo versos
y no sé
qué es lo que no me deja besarte.
No es el mar,
no es el cielo,
nada me lo impide
-no te beso y no sé si te amo.

Giōrgos Sarantarēs


Vientos

Los pájaros que escuchábamos
dejaron de ser pájaros;
de repente se hicieron vientos
que nos enloquecen.

Giōrgos Sarantarēs





















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