Como una actinia oscura, rojo púrpura

Como una actinia oscura, rojo púrpura,
ni hablo mi lengua ni habito en mi país,
soy, eso sí, el heredero de una inteligente familia fenicia.
Heme aquí el fenicio del célebre poema de Eliot
para seguir siendo el ahogado para siempre.
Como se sabe, los poetas no tienen vida propia,
mueren lacerados por el agua, ciervos sin dominio,
oteando los retirados predios que les sirven de morada,
esquivos como piezas de un viejo juego de ajedrez,
sin sangre para manchar el suelo de la alcoba.
El invierno es la estación idónea
para que las mujeres me cierren definitivamente los párpados,
y la intensidad con que un día descifré largos poemas griegos
convertida ya en nieve prodigiosa,
pierde, entre tanto, todo su calor.

Rodolfo


"Creo que Cuba, junto a México, Chile, Argentina, tiene una gran tradición poética. En general todo el continente tiene una efervescencia poética sorprendente, lo que me hace creer que la poesía más interesante se está escribiendo allá. Si uno mira lo que se escribe en el Perú, en Venezuela... Es sorprendente y maravilloso. Pero hay un enorme problema de distribución de los libros publicados. A pesar de eso los festivales y los encuentros sirven sobre todo para paliar esa carencia. Y bueno, cuando a uno le interesa un tema y dedica su energía a conocer, acaba descubriendo, y luego acaba hasta viniendo a ti."

Rodolfo


De las tinieblas de la casa inferior

De las tinieblas de la casa inferior,
una figura llena de majestad ascenderá por un momento,
en cuerpo de diosa, acaso una heroína.
No es seguro cuál sea su destino,
presa de amor, bajo el peso de sus faltas,
en el fuego de la lira, Eurídice,
la amada de Orfeo que vive en el infierno.

Descansa la doncella elegida con los pies descalzos
y el vestido holgado cae en numerosos pliegues.
El movimiento apresurado de la cabeza
puede quizás indicar que acaba de llegarle la noticia,
en la oscuridad más completa,
de mi requerimiento.

Rodolfo


"Empecé a escribir entre los diecinueve y los veinte años, aunque algo que todavía no tenía forma de respuesta pero sí de inquietud, impulsado por una fuerza mayor, y es un modo primero de conocer ciertas respuestas que con la lógica no tienen explicación. En mi caso creo que uno se ve repentinamente escribiendo, y como también es un disfrute, se acaba convirtiendo en un modo de ver y comprender la vida."

Rodolfo



Evocación

Coloco en la estancia un ramo de anémonas
y observo con detenimiento su lenta evolución,
uno tras otro hasta fumar mi cajetilla de cigarrillos Abdula,
hierático en la pureza de los ojos.
No sé cuánto va a durar el proceso,
dependerá del clima, del grado de humedad, prefiero creer.
El discurrir de los días como recuerdo de las anémonas
en espera de eclosión, seguidas de muerte,
atento entre sus pétalos rojos, azules y violados
mientras insisto, por delicadeza, en perder la vida,
como quería Rimbaud,
pendiente de la metamorfosis,
impasible ante el inminente cambio
no puedo imaginar otra situación en estos momentos,
si el negro espacio me sostiene
como parte del reflejo de un diamante, de la luna,
y me devuelve a mi raro receptáculo vegetal,
transitorio exilio
entre hojas verdes y ramas en flor.

Rodolfo


La infancia acaba devorada por los lobos,
la infancia final con la piel hermosísima
y sin pausa hasta el agotamiento.

La pasión arranca hacia la muerte como las
semillas íntimas de una encina sacudida.

La muerte acaba devorada por los lobos
como roja sangre, como roja lumbre sin
extinción.

Rodolfo


"La obra de cada poeta es resultado de su vida. Y la mía desde luego que es bien especial. Mi padre era pintor, suizo-alemán, con todo el bagaje cultural que eso conlleva. Su sensibilidad y temperamento me han marcado desde niño. Y la pintura creo que es la materia que tengo como punto de partida. De manera natural mi escritura pasa primero por la experiencia del color y la materia. Mi madre es cubana, yo nací en Cuba, y eso es importantísimo para mí. Una forma de ver y ser, y los recuerdos, tan importantes, de una infancia junto al mar, son un tesoro que vive en mi memoria. Vivo en Europa, y eso también me ha aportado otra mirada."

Rodolfo

"Los poetas leen poesía, o casi todos, yo por lo menos es lo que más leo. Es normal que exista esa curiosidad. Yo me nutro de la poesía de los demás, soy un voraz lector de poesía. Pero la poesía exige un esfuerzo de concentración, y el disfrute además llega después de una cierta familiarización, después de leer y leer, y eso es algo muy personal. Es muy positivo que en la escuela se familiarice a los chicos con la lectura, siempre hay quienes descubren ese camino y lo siguen, pero imponer, obligar, no tiene sentido. Como todo lo importante, es un camino de elección personal y solitaria."

Rodolfo


No pueden los serafines con sus alas puntiagudas

No pueden los serafines con sus alas puntiagudas
y las plumas cubiertas de ojos,
no pueden los taumaturgos serafines descifrar
el enigma de la muchacha púnica
tanto tiempo a mí cercana. No consiguen
traer la solución los múltiples ojos de
los serafines ni los lobos poseedores
de larga superstición.

Rodolfo Häsler


Visión de Venus

Complacido voy de la mano de dos hacia una cama destendida
que acoge entre sus pliegues un libro de cuyo autor
no alcanzo a leer el nombre. Compagino seducción y poesía
y ese pensamiento súbito me enciende.
Oh trajín de la carne oh tarde de lectura, no sé qué puede más,
dónde reposar la yema de los dedos mientras permanezco desnudo,
y al rato, uno de los tres, en completa entrega y lengua salaz
recita un poema de Blanca Varela. El poder de la voz
es tan turgente que a la vez nos acucia el sueño del orgasmo.
A diestra y siniestra potros y hogueras. Cadenas, azufre y humo.
Una vez satisfecho el mandato de Venus
me provoca el deseo de un diálogo jadeante,
tres lunas enlazadas que preñan el espejo de la estancia
donde multiplicar la perecedera entrega de la carne
hasta que dejo de existir, y renazco, un poco más allá,
mientras la carne inquieta se serena y el oído queda satisfecho.

Rodolfo










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