"El azar está siempre presente, porque la evolución no sigue ningún plan concreto."

Djordje Bajić



"En Biología, la cooperación se define como cualquier «comportamiento de un individuo que le supone un coste, pero beneficia a otros». Aunque pueda tener beneficio colectivo a largo plazo, la teoría predice que no es estable.
Por ejemplo, imaginate una población en la que el comportamiento cooperativo consiste en producir un bien común que se libera al medio y que todas las especies pueden usar. Esta población es vulnerable a la invasión por parte de mutantes «tramposos» que compiten mejor porque usan el bien común pero no lo producen.
Hay una hipótesis reciente, llamada “Hipótesis de la Reina Negra“ que plantea que las bacterias son subóptimas; gastan energía y recursos para producir moléculas que necesitan para vivir como, por ejemplo, aminoácidos, pero una parte de estos se les escapan, porque las membranas no son perfectas y demás. Para otras especies, estas moléculas pueden ser valiosas y, pasado el tiempo, pueden incluso perder la capacidad de producirlas ellas mismas, porque están en el medio y se ahorran el coste.
A la larga, las especies se hacen dependientes unas de otras. Aquí, el comportamiento colaborativo (costoso para el individuo, pero beneficioso para el grupo) está mediado por los límites físicos del sistema, que literalmente obligan a que parte de lo que cada uno produce sea liberado al medio, donde está disponible para el resto. Es decir, es inevitable. En este caso, la tendencia a economizar no lleva a la exclusión de competidores peores, sino a la evolución de diferentes especialistas, generando un aumento de la diversidad.
 Es interesante cómo esta no-optimalidad de los organismos ha sido obviada. Los organismos vivos nos fascinan, por lo que tendemos a sobrevalorarlos. Creemos que son óptimos, que son perfectos cuando en realidad no es así, porque la evolución es ciega, no tiene objetivo ni voluntad, y porque antes que nada hay unas leyes físicas a las que nada escapa. El hecho de que ningún organismo sea perfecto puede llevar a comportamientos aparentemente cooperativos."

Djordje Bajić


"En Biología, tratamos de entender en qué condiciones aparecen la competición y la cooperación, entendidas como interacciones entre individuos y especies, en un entorno desprovisto de restricciones éticas o morales como es la naturaleza. Educarnos en esas cuestiones puede ser útil precisamente para entender por qué aparecen algunas normas morales en los seres humanos, o por qué y cómo evolucionan las instituciones. Y creo que también nos vacuna contra los intentos de usar la evolución (de manera sesgada) para censurar determinados debates ideológicos."

Djordje Bajić


"En la historia de la vida en la Tierra se han producido varias «grandes transiciones evolutivas», y varias de éstas implican diversas formas de cooperación. Por ejemplo, la evolución de la célula eucariota resulta de la simbiosis entre una bacteria y una arquea; o la evolución de los organismos multicelulares, donde vemos conjuntos de células «cooperar», dividiéndose el trabajo.
Ahora, esto no implica que desaparezca la competición; simplemente se traslada a otro nivel. Por ejemplo, en organismos multicelulares son, en todo caso, los individuos los que compiten unos contra otros, pero no las celulas de un mismo individuo entre ellas. Además, y el azar está siempre presente, porque la evolución no sigue ningún plan concreto.
Cuando llegamos a las sociedades primates – entre las cuales se encuentra la nuestra – la cooperación adquiere niveles espectaculares. Por ejemplo, millones de personas poniendo de su trabajo en un bote común del que se financian los servicios públicos. Y la aparición de las sociedades es también evolución. Pero cuando volvemos al nivel supuestamente menos complejo, las bacterias, también vemos ejemplos de cooperación aparente."

Djordje Bajić


"En la naturaleza no hay moral. En realidad, nadie compite ni colabora, en el sentido humano."

Djordje Bajić




"La ciencia enseña a la gente a ser crítica, a analizar las cosas antes de creérselas de primeras, y a ser humilde."

Djordje Bajić


"La competición como motor del progreso, como medio para triunfar, está en la base del sistema de valores establecido. Según el relato de las teorías de Darwin, las especies compiten en una lucha feroz por los recursos, que son limitados, y las que tienen más capacidad para acapararlos y usarlos ganan. Se vuelven gradualmente más eficientes, más rápidas, mejores…evolucionan y «triunfan». Este relato es una gran simplificación de las ideas del propio Darwin y de todo lo que hemos aprendido (y estamos aprendiendo) desde entonces. Pero sirve muy bien para justificar ciertas posturas ideológicas.
Un buen ejemplo para ilustrar esto es el experimento de Evolución a largo plazo de Richard Lenski, que es uno de los experimentos más interesantes de la biología evolutiva contemporánea. En 1988, Lenski inició doce poblaciones genéticamente idénticas de Escherichia coli creciendo en un medio muy simple y con glucosa como única fuente de carbono y energía. Hoy en día, el experimento sigue en curso, tras 60000 generaciones y casi 30 años renovando cada día el medio de cultivo. 60000 generaciones, que en humanos equivale a más de un millón de años de evolución.
Este experimento ha dado lugar a numerosos descubrimientos importantes. El primero de ellos es que las bacterias se hacen gradualmente mejores, más rápidas, alcanzan mayor densidad que la cepa ancestral. Esto es canónicamente darwinista, porque resulta de la competición entre distintas mutaciones que aparecen a lo largo del experimento.
Sin embargo, alrededor de la generación 30000 ocurre un hecho sorprendente: uno de los frascos aumenta bruscamente su tamaño de población. Resultó que habían aparecido bacterias capaces de crecer utilizando citrato, un compuesto auxiliar presente en el medio que E. coli en principio no era capaz de utilizar. Esto suponía que una innovación evolutiva se había producido bruscamente en una de las poblaciones del experimento.
Posteriormente, se demostró que esta nueva habilidad había aparecido gracias a la acumulación previa de varias mutaciones sin ningún efecto beneficioso, que se habían fijado por puro azar y sin mediar competición alguna. Esto estaba en la línea de lo que decía Stephen Jay Gould hace ya varias décadas de que el azar, la «contingencia histórica», tiene un papel central en la evolución, por lo que ésta es impredecible. De hecho, en once de las doce poblaciones iniciales esta innovación no se ha producido.
Además, se observó que las bacterias especializadas en citrato y las especializadas en glucosa coexisten. En realidad, ninguna ha «ganado» a la otra, a pesar de que una ha adquirido una nueva capacidad. Esto sucede porque, para incorporar citrato, E. coli tiene que intercambiarlo por otros compuestos con valor nutritivo, que son liberados al medio. Estos compuestos pueden ser aprovechados también por otros individuos, en este caso el ancestro, que no desaparece.
De aquí, lo que creo que podemos sacar en claro es que la competición es importante, pero no menos importante es el entorno que, además puede ser modificado por los propios organismos, en detrimento o beneficio de otros, cambiando las reglas del juego en el que se compite. Y, por supuesto, el azar, que puede determinar eventos de gran calibre, como innovaciones evolutivas. Lo cual hace que la evolución no sea gradual en muchos casos (lo que se ve de forma muy clara en el registro fósil) y sea altamente impredecible…para nuestra desgracia, porque los humanos tendemos a sentirnos mucho más cómodos con lo gradual, que suele ser más predecible."

Djordje Bajić


"No hay mejor manera de aprender ciencia que haciendo ciencia."

Djordje Bajić


"Para «triunfar» (sea lo que sea eso) lo primero que hay que tener es un entorno adecuado, y luego, suerte. Por cada Bill Gates, ¿cuántos tipos listos y capaces, incluso en un entorno adecuado, probaron ideas en su garaje y «fracasaron»?"

Djordje Bajić
















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