"A comida escasa, buena bebida."

François Rabelais


"Ciencia sin conciencia no es más que la ruina del alma."

François Rabelais


"Creedme; cosa divina es prestar; deber es una virtud heroica."

François Rabelais


"Cuando vuestros filósofos, gracias a Dios, acompañándose de alguna clara linterna, se entreguen a buscar e investigar cuidadosamente como es natural en los humanos (y de esta calidad son Herodoto y Homero, llamados Alfestes, es decir, investigadores e inventores), encontrarán que es verdadera la respuesta dada por el sabio Tales al rey de los egipcios, Amasis, cuando interrogado por éste acerca de en qué cosa hay más prudencia, contestó: En el tiempo, pues por tiempo han sido y por tiempo serán todas las cosas latentes inventadas. Tal es la causa por la que los antiguos han llamado Saturno al Tiempo, padre de Verdad, y Verdad hija del Tiempo. Infaliblemente también encontrarán todo el saber ellos y sus predecesores, pues apenas saben la mínima parte de lo que es."

François Rabelais
El quinto libro de Pantagruel (Su pertenencia a Rabelais es materia de discusión)
Tomada del libro Las Moradas Filosofales de Fulcanelli, página 430


“Debo mucho, nada tengo: el resto se lo dejo a los pobres.”

François Rabelais


"El hombre vale tanto cuanto él se estima."

François Rabelais


“El temor y la servidumbre pervierten la naturaleza humana.”

François Rabelais



"Era víctima de una clase de enfermedad que en aquella época se llamaba falta de dinero."

François Rabelais



"Gracia, honor, loas, delicia.
aquí se encuentran día y noche.
Sanos cuerpos presentados
con una buena mente
persiguen aquí con entereza
gracia, honor, loas, delicias."

François Rabelais
en la entrada de Thélème (abadía ficticia. ​La única regla de esta abadía era «fay çe que vouldras» (en francés moderno: «fais ce que tu voudras» o ‘haz aquello que deseas’)
Gargantúa y Pantagruel



"Iba pues arrastrado, con el culo en el suelo, por la potranca que multiplicaba su coceo contra él y huía despavorida por los setos, los fosos y los zarzales. Le chafó la cabeza, hasta el extremo que el cerebro saltó junto a la cruz donde se canta el Hosanna; luego los brazos en piezas, uno aquí y otro allá, las piernas igualmente y finalmente hizo una carnicería del vientre de modo que, al llegar al convento, la potranca sólo llevaba el pie derecho y la sandalia arrollada.
(...)
- ¿Cómo será -observó Gargantúa- que el hermano Jean pueda tener tan hermosa nariz?
- Porque así lo quiso Dios -repuso Grandgousier-; que El, en su divino arbitrio, nos modela como los alfareros sus vasijas.
- Y como el monje Jean -añadió Ponócrates- fue el primero en acudir al mercado de las narices, adquirió las más bellas y grandes.
- Seguid si queréis -adujo Jean-, pero, según la verdadera filosofía monástica, habéis de saber que lo que decís se debe a que mi nodriza tenía las tetas blandas y, hundiéndose en ellas mi nariz como en manteca, fueron creciendo a su sabor, como crece la pasta con la levadura. Las nodrizas de pechos duros hacen chatos a los chiquillos."

François Rabelais
Gargantúa y Pantagruel




“Jamás me sujeto a las horas: las horas son hechas para los hombres, y no el hombre para las horas.”

François Rabelais


"La Naturaleza no ha creado al hombre sino para prestar y recibir a crédito."

François Rabelais


“Nadie es nunca secundario para sí mismo.”

François Rabelais


"Nunca duermo tan a gusto como en un sermón o rezando a Dios."

François Rabelais


"Sin salud la vida no es vida: es un estado de tristeza y una imagen de la muerte."

François Rabelais



"Sus vidas iban pasando no en leyes, estatutos, o reglas, sino de acuerdo con su propio libre albedrío y placer. Ellos se levantaban de sus camas cuando juzgaban conveniente; ellos en efecto comían, bebían, trabajaban, dormían, cuando lo desearan y estuviesen dispuestos a ello. Nadie les despertaba, ninguno se ofrecía a limitarlos en su comida, bebida, ni en ninguna otra cosa; pues así lo había establecido Gargantúa. En todo su dominio y estrictas formas de su orden había tan solo una cláusula a ser observada: haz tu voluntad.
Porque los hombres que son libres, bien nacidos, bien educados y rodeados de buenas compañías, tienen ese instinto natural y esa espontaneidad ―que les compelen a las virtuosas acciones y los aleja del vicio― que se llama honor. Esos mismos hombres, cuando por mero estancamiento y coacción son oprimidos, se alejan de esa disposición noble por la cual se encontraban inclinados a la virtud, para romper esas cadenas de servidumbre que tan tiránicamente les esclavizaban; pues le es cercano a la naturaleza del hombre el anhelar cosas prohibidas y el desear lo que le es negado."

François Rabelais
Gargantúa y Pantagruel



"Todo llega a tiempo al que pueda aguardar."

François Rabelais



"Yo no bebo sin sed como vosotros, yo bebo por la sed que he de tener después."

François Rabelais










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