“A medida que uno se va quedando en un sitio, las cosas y la gente se pudren y empiezan a oler mal expresamente para uno.”

Louis-Ferdinand Céline


"Al igual que un perro, no tenía idea de la muerte."

Louis-Ferdinand Céline


"Casi todos deseo que tiene un hombre pobre es un delito punible."

Louis-Ferdinand Céline


"Con el transcurso de los años decides hablar cada vez menos de las cosas que más te importaban, cuesta un poco al principio. Uno se harta de oírse hablar, ya no te importa tener razón, uno se asquea, basta con tragar un poco, calentarse un poco y dormir todo lo que se pueda en el camino de la nada."


Louis-Ferdinand Céline




“Cuando no se tiene imaginación, morir es poca cosa.
Cuando se tiene, morir es demasiado.”

Louis-Ferdinand Céline
Viaje al final de la noche



“De los hombres, y de ellos solo, es de quien hay que tener miedo siempre.”

Louis-Ferdinand Céline


"Desde el diluvio, todas las guerras se han librado a gritos de optimismo."

Louis-Ferdinand Céline



"El trasero es la pequeña mina de oro del pobre."



Louis-Ferdinand Céline



"En circunstancias de verdadera tragedia se ven las cosas de inmediato... Pasado, presente y futuro juntos."

Louis-Ferdinand Céline





“En ese oficio de dejarse matar, no hay que ser exigente, hay que hacer como si la vida siguiera, eso es lo más duro, esa mentira.”

Louis-Ferdinand Céline


"La experiencia es una tenue lámpara que sólo ilumina al que la lleva."

Louis-Ferdinand Céline





"La moral de la Humanidad a mí me la trae floja, como a todo el mundo, por cierto."

Louis-Ferdinand Céline


"La muerte es sólo una máquina de limpieza."

Louis-Ferdinand Céline


"La vida no es más que esta repugnante experiencia donde la personalidad se rompe."

Louis-Ferdinand Céline





“Le llenaban de melancolía las cosas pasadas de moda. Cada cual llora a su manera el tiempo que pasa. Ella se deba cuenta de la huida del tiempo por las cosas pasadas y muertas. La tristeza del mundo se apodera de los seres como puede, pero siempre se apodera de ellos.”

Louis-Ferdinand Céline



"Lo que hay de más sutil en el hombre, es la sexualidad."

Louis-Ferdinand Céline




“Los caballos en la guerra eran más felices que nosotros los soldados, porque aunque ellos también soportaban la guerra como nosotros, por lo menos no se les obligaba a creer en ella. Desgraciados, pero libres, los caballos.”

Louis-Ferdinand Céline



"Los peores verdugos son los que tienen buen corazón."

Louis-Ferdinand Céline


"Me faltan algunos odios todavía.
Estoy seguro de que existen."

Louis-Ferdinand Céline




"No hay más que una libertad, nada más que una, y consiste en ver claro."

Louis-Ferdinand Céline



"Os lo aseguro, buenas y pobres gentes, gilipollas, infelices, baqueteados por la vida, desollados, siempre empapados de sudor, os aviso, cuando a los grandes de este mundo les da por amaros, es que van a convertiros en carne de cañón... Es la señal... Infalible."

Louis-Ferdinand Céline
Viaje al fin de la noche



“Para salir de las dificultades es necesario tener miedo. No hace falta otra arma o virtud. El hombre que no tiene miedo está perdido. Un día u otro caerá. Ya puede presumir, ya.”

Louis-Ferdinand Céline



“Para tener a los otros contentos no hay como hacerles que cuenten historias de amor o de valentía, y fingir que uno las cree.”

Louis-Ferdinand Céline


"¡Que no vengan a alabarnos el mérito de Egipto y de los tiranos tártaros! Estos aficionados antiguos no eran sino unos maletas petulantes en el supremo arte de hacer rendir al animal vertical su mayor esfuerzo en el currelo. No sabían, aquellos primitivos, llamar señor al esclavo, ni hacerle votar de vez en cuando, ni pagarle el jornal, ni, sobre todo, llevarlo a la guerra para liberarlo de sus pasiones."

Louis Ferdinand Celine
Viaje al Fin de la Noche



"Quería yo llamar a Lili, quería gritar... ¡Lili! ¡ah, sí! ¡sí! pero, ¿la sangre que me llenaba toda la boca?... aquel caníbal de Raymond no sólo me había aplastado la nariz, me había arrancado la tira de mechones de cabellos, me había partido una ceja, ¡me había roto, además, tres dientes!... ¡al menos tres! ¡ya veis qué ser, Raymond! pero, ¡lo peor! ¡de todo aquello! ¡Lo peor!... ¡fue la forma como me había caneado yo! ¡lanzado a mí mismo!... podía tener el cerebro bamboleante y las ideas!...
Y allí, verdad, en el fondo de la tina... veía subir y bajar la caja, la gran cabina, cuadrada, barnizada... por encima de mí... me decía: ¿verdadero?... ¿falso?... no estaba yo solo en el hueco, ya digo... pero, ¿quién?... pero, ¿qué?... ¡cantidades! ¡ah, mis dos hostiles! ¡las dos hermanas! ... sus cabezas se acercaban... se alejaban... dos cabezas muy gruesas... y después muy pequeñas...
-No alucines, capullo! ¡Decídete! ¡estás en el fondo del hueco! ¡salte de él!
Siempre me trato muy duramente...
"¡Ya has descansado bastante, tontorrón! no has escapado de Raymond, ¡para que el ascensor te aplaste! ¡deja de perder el sentido! ¡venga! ¡en pie!"
-Lili! ¡Piram! ¡Bébert!
¡Grité! ¡sí! ¡sí! os lo aseguro... ¡ya lo creo! ¡grité!... ¡con sangre o sin ella en la jeró! ¡es una cuestión de carácter!... me oí... me escuché... "¡Lili! ¡Lili!..." sin respuesta..."

Louis Ferdinand Celine
Fantasía para otra ocasión



“Se lo digo, infelices, jodidos de la vida, vencidos, desollados, siempre empapados de sudor; se lo advierto: cuando los grandes de este mundo empiezan a amarlos es porque van a convertirlos en carne de cañón.”

Louis-Ferdinand Céline


"Si usted no es rico, debe ser útil."

Louis-Ferdinand Céline



“Simpatizamos enseguida porque él era tan corto de vista que no me veía y no verse es una gran razón para simpatizar.”

Louis-Ferdinand Céline



“Viajar es muy útil, hace trabajar la imaginación. El resto no son sino decepciones y fatigas. Nuestro viaje es por entero imaginario. A eso debe su fuerza. Va de la vida a la muerte. Hombres, animales, ciudades y cosas, todo es imaginado.
Es una novela, una simple historia ficticia.
Y, además, que todo el mundo puede hacer igual. Basta con cerrar los ojos.
Está del otro lado de la vida.”

Louis-Ferdinand Céline


"Viernes 26 de julio de 1946.
Querido letrado y amigo:
No me encuentro demasiado bien de salud, soy presa de un fuerte acceso de depresión profunda, pero estoy acostumbrado a esos ciclos de gran debilidad. Sigue sin haber nada nuevo de París. Habría estado muy bien que hubiera ido usted mismo a informarse sobre mi caso ante su embajada en París e incluso ante el juez de instrucción que firmó mi orden de detención: BOISSY D’ANGLAS. En fin, ya no sé, la verdad, qué decir ni qué escribir, no sé por qué me han encerrado, ¿por qué, entonces, habrían de soltarme? Muy fielmente suyo. Dest[ouches]. Queridita mía, estás mal informada, lejos de estar en la cárcel, La Varende goza de una perfecta libertad y, además, ¡ha publicado un nuevo libro!389 ¡Lucienne390 debe de estar en Italia! Con Mercadier391 y la banda de Déat. Ya no corren peligro. Francia e Italia están a matar. Los otros están en Suiza. Algunos gilipollas como yo, Vigan, Marion, están enjaulados. Pero yo no he hecho nada, eso es lo mejor de todo. Cumplo cárcel en broma. Yo soy el más idiota y la mayor víctima de esta asquerosa aventura burlesca. Evidentemente, los fracasadillos de la literatura –Aragon, Cassou– no me soltarán en seguida. Estoy harto de las supuestas «buenas noticias». Me la trae floja… la única buena noticia sería la de que saliera. Pero sigo aquí y para años, lo intuyo. Los judíos hacen saltar a los ingleses en Palestina, tienen mucha razón. ¡Vivan los judíos! Nadie puede substituirlos. Cuanto más tiempo pasa, más los respeto y los amo. Hay 500 millones de arios en Europa, ¿se ha alzado uno solo para que me liberen? Vivan los judíos, la próxima vez que quiera sacrificarme, lo haré por los judíos. No volveré a echar margaritas a los puercos. Estoy bastante afectado por el eczema, pero sin gravedad. No me preguntan nada. Espero. Envejezco. Tengo lectura para tres semanas. Veo que Fréhel, Chevalier y Gabriello,392 que trabajaron en Alemania, vuelven a las tablas. Si el pobre Denoël estuviera aún vivo, la de cosas que sabríamos… con los zoquetes de amigos que me quedan, no sé nada… todos esos «esperar, esperar» son otros tantos melindres para nada. Mis enemigos, por su parte, no esperan. Me tienen en el trullo, amordazado, enfermo, todos los días un poco más embotado. Así ganan con toda seguridad. Mis enemigos baten la estrada y a mí no me queda otra opción que la de callarme. Con un solo artículo en una revista suiza, los barrería a todos y de una vez por todas. Su posición es odiosa, ridícula, débil y mendaz. Pero me impiden defenderme, sólo saben encerrarme y decirme que espere al momento oportuno. Lo oportuno para mis enemigos es que yo esté encerrado… y permanezca encerrado. Sobre todo no me traigas «buenas noticias», que me dan ganas de vomitar. Dale un besito a Bébert, es un buen amigo… que tenga cuidado con mis papeles. La Bente debe de hablar marsellés ahora. ¡Con tal de que toda esa gente no se pelee otra vez! Hasta pronto, af[ectuosamente], Des[touches]."

Louis Ferdinand Celine
Cartas de la cárcel














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