Campamento silencioso
En el cielo, una estrella pálida e incierta,
A través de voces hoscas de vapor,
En la tierra, extendida y lejana,
En toda la simetría de la guerra,
Un ejército cansado duerme.
El pesado corazón de la noche
Borra las líneas,
Salvo donde la luz de una fogata agonizante
Salta y se enciende, un momento brillante,
Luego , una vez más, declina.
Negra, solemne la paz se avecina baja, la
paz, aún no se ha roto, cuando
llega un sonido, un flujo y reflujo ...
La respiración constante, profunda y lenta,
de medio millón de hombres.
El alba embarazada se acerca,
el alba del poder o el dolor;
Pero ahora, bajo el cielo triste,
En los brazos maternos del sueño yacen
como niños una vez más.
Jessie Pope
Chicas de la guerra
Está la chica que pica tu billete de tren
y la que dirige el ascensor de piso en piso,
está la chica que reparte leche bajo la lluvia,
y la que trae los pedidos hasta tu puerta.
Fuertes, sensatas, preparadas,
están ahí fuera para mostrar su valor
y hacer su trabajo con energía y destreza.
Ya no están enjauladas o encerradas,
van a seguir tirando del carro
hasta que los chicos de caqui regresen marchando.
Está la chica que conduce un gran camión,
está la carnicera que te trae tu pieza de carne,
está la chica que grita «¡Billetes, por favor!» como un hombre
y la que silba a un taxi por la calle.
Bajo cada uniforme
late un blando y amable corazón,
aunque no les falta astucia de madre sagaz.
Pero es esta una solemne declaración:
no tienen tiempo para el amor y los besos
hasta que los chicos de caqui regresen marchando.
Jessie Pope
Chicas de la guerra
Está la chica que pica tu billete de tren
y la que dirige el ascensor de piso en piso,
está la chica que reparte leche bajo la lluvia,
y la que trae los pedidos hasta tu puerta.
Fuertes, sensatas, preparadas,
están ahí fuera para mostrar su valor
y hacer su trabajo con energía y destreza.
Ya no están enjauladas o encerradas,
van a seguir tirando del carro
hasta que los chicos de caqui regresen marchando.
Está la chica que conduce un gran camión,
está la carnicera que te trae tu pieza de carne,
está la chica que grita «¡Billetes, por favor!» como un hombre
y la que silba a un taxi por la calle.
Bajo cada uniforme
late un blando y amable corazón,
aunque no les falta astucia de madre sagaz.
Pero es esta una solemne declaración:
no tienen tiempo para el amor y los besos
hasta que los chicos de caqui regresen marchando.
Jessie Pope
La llamada
¿Quién es para la trinchera?
¿Eres mi, señor?
¿Quién va a seguir francés
? ¿Lo harás , mi muchacho?
¿Quién se preocupa por comenzar,
quién va a ganar?
¿Y quién quiere salvar su piel?
¿Tú, mi muchacho?
¿Quién es para el traje de color caqui?
¿Lo eres, mi muchacho?
¿Quién anhela cargar y disparar?
¿Tú, mi muchacho?
¿Quién está dispuesto a ponerse en forma?
¿Quién quiere mostrar su determinación? ¿
Y quién preferiría esperar un
poco? ¿Lo harías tú, mi señor?
¿Quién ganará las gracias del Imperio?
¿Lo harás , mi muchacho?
¿Quién va a engrosar las filas del vencedor?
¿Lo harás , mi muchacho?
Cuando llega esa procesión,
pancartas y tambores rodantes.
¿Quién se pondrá de pie y morderá sus
pulgares? ¿Lo harás, mi muchacho?
Jessie Pope
¡No!
Por el puente y la batería, la ciudad y la trinchera,
están luchando con el arado del perro toro;
No uno, desde Tommy hasta el general francés,
está de mala suerte.
Hay algunos que se ponen de pie y otros que caen.
Pero , ¿cómo va el coro? ¿
Ese canto de eco en los corazones de todos?
'¿Estamos desanimados? ¡NO!'
Ahí está Jack, Dios lo bendiga, sobre la espuma, la
suya no es una tarea fácil,
atacar a Inglaterra, golpear a su casa,
mucho, no más, pregunta él.
En la cubierta del acorazado donde ladran los grandes cañones,
O en profundidades tranquilas por debajo,
el viento de sal nos envuelve un coro. Hark!
'¿Estamos desanimados? ¡NO!'
¿Y qué pasa con la chica que queda atrás?
¿Y la esposa que extraña a su compañera?
Oh, bueno, tenemos nuestro negocio en mente,
aunque solo sea para mirar y esperar.
Así que tomaremos lo que viene con un corazón galante.
Mientras tejemos y cosemos ajetreados,
Tratando, Dios nos ayuda, a hacer nuestra parte,
'¿Estamos descorazonados? ¡NO!'
Jessie Pope
¿Quién es para el juego?
¿Quién es para el juego, el más grande que se ha jugado,
el juego rojo de una pelea?
¿Quién agarrará y abordará el trabajo sin miedo?
¿Y quién cree que preferiría quedarse quieto?
¿Quién va a seguir la línea de la señal para 'Ir'?
¿Quién le dará una mano a su país?
¿Quién quiere dar un giro a sí mismo en el show?
¿Y quién quiere un asiento en el stand?
¿Quién sabe que no será un picnic, no mucho,
pero con los hombros con entusiasmo un arma?
¿Quién preferiría volver con una muleta
que estar bajo y estar fuera de la diversión?
Vengan, muchachos,
pero vendrán bien,
porque solo hay un curso que seguir.
Su país está metido hasta el cuello en una pelea.
Y ella te está buscando y llamando.
Jessie Pope
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