El caracol

Se arrastra el caracol
por la arena tibia
y al arrastrarse va dejando
un camino
que la espuma y la sal
van cubriendo
de olvido.

Carlos Mario Garcés


En busca del tiempo

Llamas por teléfono a tu sobrino
de nueve años
y le preguntas qué hizo hoy
y el te responde que jugar.
Cierras los ojos
y regresas a la calle destapada
que siempre te acompaña como un plano
y escuchas las voces de los niños
que corren por la calle
y uno de ellos se da vuelta
y te dice: «Jugamos al paraíso».
Cuelgas el auricular
y regresas al destierro
a vagar por entre los muertos
«contemplando las flores».

Carlos Mario Garcés


En Santa María de Itagüí

El agua nos llegaba hasta las rodillas.
Sumergíamos una malla
y sacábamos los pececitos de colores
que saltaban angustiados
y que luego metíamos en un tarro.
Al anochecer regresábamos
por el camino de los tejares a casa
donde mi madre me esperaba amenazante.
Una mañana le robé su dinero
y lo puse en tu mano.
Esta tarde te vi
con un niño de brazos
y no te acordaste ni de los peces ni de mí.
Estabas bronceada y triste.
Los peces y mi padrastro habían muerto.

Carlos Mario Garcés



No estamos en contra de los festivales de poesía
estamos en contra de los que han hecho de la poesía un mercado bursátil.
No estamos en contra del poeta
estamos en contra de los que hacen de la poesía una mercancía.
No estamos en contra del poeta
estamos en contra de los inquisidores que sutilmente han acallado la voz de otros poetas.

Porque la poesía es el más alto sistema de conocimiento,
la poesía es un espejo, una respuesta a la existencia, aunque sin explicaciones.
La poesía enseña, permite descubrir y redescubrir el mundo, sensibiliza y humaniza la razón y los sentimientos, permite trascender, con imaginación y espiritualidad.
Porque la poesía es la voz de los descamisados,
es la voz de los campesinos y obreros,  
es la voz de las putas y ladrones,
es la voz de los desempleados e indigentes,
es la voz de los que por casa tienen la calle, 
es la voz de los ebrios en su barco,
es la voz del burdel y del suburbio,
 es la voz del rico y del magnate, 
es la voz del ateo y del religioso,
  es la voz del monje que se masturba,
es la voz de la doncella que palpa sus senos,
es la voz de los enamorados,
es la voz del beso y de las caricias,
es la voz del amor y de la soledad,
es la voz de la existencia y de la muerte,
es la voz del evangelio,
es la voz del revolucionario,
es la voz de la abeja y el jardín,
es la voz del eco en las cavernas por donde corre un arroyo,
es la voz del lagarto que se arrastra por las arenas en el desierto,
es la voz de los caballos que corren por la playa frente al mar,
es la voz de las estrellas que titilan en la noche,
es la voz en el juego de los niños,
es la voz de la belleza y el arte,
es la voz del agua,
es la voz del fuego,
es la voz del aire,
es la voz de la tierra,
es la voz de la luna en un espejo,
es la voz de un amigo muerto,
es la voz de nuestros mayores,
es la voz de las cuerdas de una guitarra,
es la voz de lo que somos y no hemos sido,
es la voz de todo cuanto existe,
es la voz de lo más sagrado.
Por eso el que la convierta en un mercado bursátil
será expulsado de su templo
y por los siglos de los siglos
será llamado poetastro. 

Carlos Mario Garcés









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