"Dejándose influir por todo pero no modificar por nada -como afirmaría posteriormente-, procedió entonces según lo que ya empezaba a ser costumbre en él: un período previo de búsquedas y tanteos, para acabar culminando la nueva etapa en alguna composición de mayor empeño, decididamente resuelta y con un más acentuado carácter personal, rayando en las confesiones autobiográficas de uno de aquellos diarios íntimos a los que, desde su adolescencia, tan aficionado fue. En este caso concreto, dicha obra acaso sea la espléndida aguada Sueños noctámbulos (col. E. Sabater, Barcelona), posiblemente así titulada por él mismo y pintada en noviembre/diciembre de aquel año. Con todo, no descarto la posibilidad de que la realizara de memoria en su casa de Figueres, durante las primeras vacaciones navideñas de sus tiempos de residente. Al regreso de ellas, debió de evolucionar muy pronto de los nuevos ensayos estilísticos a que, en prosecución de los anteriores, tuvieron que inducirle la curiosidad, cuando no la admiración, de sus compañeros, lo mismo en la Residencia de Estudiantes que en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando.
Esta aguada tan rica de contenidos formales y expresivos, tiene, por añadidura, un doble interés: el de revelarnos, de una parte, la mayor incidencia que en la pintura del joven Dalí habían empezado a tener ciertas derivaciones del cubismo y futurismo vistas a través del clownismo, el vibracionismo y el simultaneísmo del gran pintor y dibujante."

Rafael Santos Torroella
Dalí residente



Els de frontera

A ciutat gran visc
i no em sé d’ella.
Home,  com tants d’altres,
sóc de frontera.

(Tocant a França
néixer em feren,
on el pas no poden
barrar Alberes,
i el mar s’hi torna
d’infinit escletxa).

A ciutat gran sento
perduda l’esma
quan tot se’m torna
sens límits en ella:
l’ençà i l’enllà
dissolts s’hi queden
en un seguici
repetit de termes,
i el temps s’ignora
de fressa a pressa.

(¿On ets, claror
que fossis meva,
en mig de tanta
grisor immensa?)

D’un lloc qualsevol
a ésser vaig aprendre,
on tots som de pas
i tots som frontera,
tenint tots rostre,
–el seu–, i una terra.

A tu encara, però,
no et puc entendre,
ciutat gran on tot,
del no-res al sempre,
indistint, no sé
com i quan comença.
Com mort i vida,
llum i tenebra.

A ciutat gran sóc,
com són, com eren
i seran tants d’altres:
els qui s’entravessen,
els veïns d’enlloc,
nosaltres, els homes
fronterers de sempre.

Rafael Santos Torroella



"Guste o no la pintura de Antonio Tàpies, es indudable que representa una de las máximas revelaciones del arte de la postguerra. Y no sólo en nuestro país, sino fuera de él, incluso al otro lado del ámbito occidental, en países como Polonia, por ejemplo, donde el arte de Tàpies constituye, a través de sus seguidores, uno de los fermentos más activos de renovación. Pese a ello, la obra de este joven pintor catalán es discutida acerbamente entre nosotros; y no sólo esto, cosa a fin de cuentas comprensible, dado el carácter de cerrazón a contracorriente que en su apariencia la singulariza, sino que es negada y ridiculizada con manifiesta hostilidad por parte de algunos. Claro está que, según el común sentir, tratándose de arte, todas las opiniones son admisibles. El que todas sean igualmente valiosas, ya es menos seguro. Y, desde luego, no cabe duda que tienen muchas menos probabilidades de serlo aquellas que, ante lo que no se entiende y, por ello, se juzga carente de sentido, optan por la negación a rajatabla, sin tan sólo ese mínimo margen de cortesía o cautela que, a la larga, puede hacer posible la comprensión y el diálogo."

Rafael Santos Torroella
Entrevista a Miró, Dalí y Tàpies




"La mejor crítica acostumbra ser la realizada por los poetas."

Rafael Santos Torroella
Mito



No temáis

A Antonio Tovar a

No temáis, todavía
cabe mucho dolor en cualquier hombre.
No se enloquece así,
tan fácilmente. No se rompe

como vaso de vidrio el corazón,
al primer golpe. Estamos sabiamente
hechos para sufrir,
con materiales duros, por la fuerte

mano artesana que hizo cada cosa.
Está tenso el cristal: por eso salta
tras su límite exacto. Mas al hombre
le quedarán sus gritos y sus lágrimas.

Le quedarán los ojos incansables,
las palabras, esa última tierra
de su sangre y sus huesos,
que tanto se resisten. Siempre queda
más allá del dolor, la muerte misma
prometiendo esperanzas,
ejecutando a solas su tarea,
enemiga de ayudas y llamadas.

No temáis. Nuestra vida no es el vaso
de vidrio que se rompe.
Cabe mucho dolor –o mucho amor–

en cualquier hombre.

 Rafael Santos Torroella




"(Se puede definir la poesía como) aquellos aspectos de la vida que pasan habitualmente desapercibidos."

Rafael Santos Torroella











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