Las colinas y los valles a lo largo

de la tierra rompen a cantar,
y los cantantes son los chicos
que, quizá, van a morir.
Oh, cantad, hombres en fila,
hasta que los valles suenen de nuevo.
Entregad vuestra felicidad a la tierra, que la guarde
Para que estéis contentos, cuando durmáis.
Así que cantad con aliento alegre.
pues vais hacia la muerte.
La fecunda tierra seguro que guardará
toda la felicidad que derrocháis.
Seguid hombres en fila, seguid
hacia las puertas de la muerte con el canto.
Sembrad vuestra alegría para que la tierra la coseche
de modo que estéis contentos aunque durmáis.
Esparcid vuestro júbilo sobre el lecho de la tierra,
así que estad alegres, estad muertos.

Charles Hamilton Sorley

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