Mariposa

Ciertamente, entonces sonreíste,
como quien emprende un viaje por algún lugar,
alejada ya de mí, y sin embargo más cerca,
como para grabar tu imagen en mis ojos.

No te olvido, tú, de púrpura,
alta, erguida,
tembloroso tu cuerpo todo bajo los suaves rayos
como una mariposa suspirando.

Sólo alrededor del sitio donde estabas
los árboles en flor se aquietaron, se hicieron transparentes,
y alejaron la ciudad del polvo y las multitudes.

Ciertamente, entonces sonreíste.
Desde ese instante permanezco inmóvil y maravillado,
tratando de recordarte con aquella sonrisa.

Ichiro Ando



Una rosa

Hay un horizonte que tiembla
en una rosa.

Hay una curva de fuego artificial
en una rosa.

Hay el zumbido de propulsión a chorro
en una rosa.

Hay un mapa horroroso de sueño
en una rosa.

Hay el brazo caído de un traje
en una rosa.

Y no hay ninguna rosa
en una rosa.

Ichiro Ando






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