Ofrecer un acontecimiento
es algo que solo hacen las cámaras.

Funciona de la misma manera que una analogía.

Una muerte se desvanece por los bordes
como los haces de luz que van y vienen de una tarde
                                                                             /de sábado
a los objetos impresos sobre papel

a su propio acontecimiento

donde nada, salvo la emulsión de plata, sonríe
en algún punto del 2008.

Andrés Paniagua

No hay comentarios: