20
No hubo agua en todo el día
y eso me mantuvo de un humor
oscuro.

Sucio y sudado
dormí
cada rato que pude.

Fui presa
de los fantasmas.

La presión volvió
cuando el sol caía.

La luna brillaba
entera y hermosa
en el patio
mientras yo me duchaba
con las luces apagadas.

Ezequiel Alemian



21
Si alguien viviese
en los caños de agua
y sufriera cada vez
que se abren las canillas...

Si alguien gritara
dentro de los caños
cada vez que el agua
empieza a correr
por ellos...

Vengo del Hospital Borda.

Todo vestido de negro,
un hombre muy pálido
lee en el subte
un libro
sobre vampiros.

Ezequiel Alemian




Una entrevista con el Sr. Ministro
(Fragmento)

Un pagajoso aire helado de arena
barre todo el tiempo
las calles de tu ciudad fantasma,
dejando sobre cada una de las cosas
y en la distancia que las separa
una espesa película de humedad
opaca. Por lo menos así es
como se ve en la web:
un intenso azul nervioso
que la ventisca confunde
con las sombras
de todos los que se desdibujan
al pasar.
Tal vez sea tu terrible mar desatado
contra la costa de conchilla
y piedra, la amenaza contenida
en las mareas heladas y los cuarteles
las impresiones dominantes
que dejarán su marca
como un tatuaje
en el alma
de los que viven en el lugar.
O una simple y repetida vida burocrática
de la que nadie se fuga
nunca, por más que quiera.
En el mismo movimiento de hacer
o quizás todavía antes
me voy hundiendo en las dificultades
hasta alcanzar el punto extraño
en que el trabajo se parece cada vez más
a no dejar
que algo
quede.

Ezequiel Alemian





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