8:30 AM

La luz es joyas prístinas:
el mundo todavía se parece al sol.
¿Celebrar el modo en que sus rayos
alumbran casi al ras
el abanico de vivientes plumas
que se mantiene en vilo
en lo alto del aire?
Celebrar. Si pudiéramos
celebrar sin victoria;
amar esto, estas cosas,
amarlas todavía.
Espléndida al trasluz,
la paloma desplegó su queratina.
No es que signifique.
Le basta con ser bella.

El día no nos necesita y lo sabemos.

Beatriz Vignoli 


Kircher insomne

¿Esperaré todavía en el lenguaje?

Significados llegan a veces al mundo
como desde un estanque:
el fulgor de los trazos en la piedra
que parezco estar a punto de entender.

Amo estas imágenes oscuras.
El vértigo de sus tiempos verticales
se adentra en la materia:
esta piedra pertenece a humanos siglos.

"Nada es Adán", me susurran unas voces.
Y yo digo: un sentido es un destino.
Lo escrito, escrito está.
No puede haberse ido.

¿"Quién quiere un nuevo idioma?" me preguntan.
No busco un nuevo idioma, ni uno antiguo.
Yo quiero lo que quede de estos signos
cuando haya sido restado también el jeroglífico.

Beatriz Vignoli 



"Liberarse de lo deseable es un intento que no recomiendo a nadie."

Beatriz Vignoli 


"No creo que el poeta sea más sensible que la mayoría; sí que es más elocuente y expresivo por escrito. Particularmente, si bien noto en ciertos colegas una seudo sensibilidad social, creo que es falsa y la veo más como una formación reactiva frente al narcisismo del rubro."

Beatriz Vignoli 



Pampa al sur

Mar y Leviatán,
sos adonde voy.

Quiero arribar a tu aeropuerto desierto
en plena madrugada.

Hace frío en tus ojos de champagne gastado,
hace frío en tu voz de larga distancia.

Detrás de la línea de fortines
se extiende el horizonte como un tajo sin causa
abierto de lado a lado por algún animal
al que sin embargo acariciamos.

En una foto estás de pie en el fin del mundo,
todo el blanco de un lado: la nada y su esplendor.
En otra reconocí de un sueño aquellos riscos,
esa luz de arrabal. Ese espacio vacío
donde debería estar la otra vereda.
Ahí, en esas cornisas estuviste
habitando por fin el horizonte
en un día sin miedo.

Todo lo que dijiste entonces te persigue.
Te persigue la luz de aquella inmensidad.
El dios del sol te persigue, laurel frío.

Te persigue este rengo:
sos mi otro pie.

Beatriz Vignoli 


"Quienes postulan un deber ser para el lenguaje poético presente y futuro, no se diferencian en nada de los burócratas. No creo en los programas pero sí en las tradiciones. Se escribe más o menos como se leyó, innovando un poco para dar lugar a lo más propio y actual."

Beatriz Vignoli 





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