Amenaza del enfermo

Señoras y señores, déjenme introducirlos a Breyten  Breytenbach,
el hombre delgado de suéter verde; él es devoto
y refuerza y martillea su cabeza oblonga
para fabricar un poema para ustedes   por ejemplo:
Tengo miedo de cerrar mis ojos
No quiero vivir en la oscuridad y ver lo que pasa
los hospitales de París están atestados de gente pálida
de pie ante las ventanas haciendo gestos amenazantes
como ángeles en el horno
está lloviendo las calles desolladas y resbaladizas
mis ojos se almidonan
en un día mojado como este ellos/tú me habrán de enterrar
cuando las tierras herbosas sean negra carne cruda
las hojas y las flores hastiadas crepitantes y manchadas de humedad
antes de que la luz pudiese roerlas,  el cielo suda sangre blanca
mas yo me negaré a enjaular mis ojos
arranca mis alas óseas
la boca es demasiado secreta para no sentir dolor
lleva botas a mi entierro para escuchar el barro
besando tus pies
semejantes a negros capullos los estorninos
sacuden sus traslúcidas y  suaves cabezas
los árboles verdes son monjes, murmurando
plantadme en una colina cerca de un estanque bajo los dragones
permitid a los furtivos patos amargos defecar en mi tumba
en la lluvia los gatos son poseídos por las almas de locas aunque astutas mujeres
miedos miedos miedos con incoloras cabezas diluviadas
y yo me negaré a confortar (aliviar) mi lengua negra
Miren él es inofensivo, tened misericordia de él

Breyten Breytenbach



Breyten reza por sí mismo

No hay necesidad del Dolor Señor
Podríamos vivir bien sin él
Una flor no tiene dientes

Es cierto que sólo estamos cumplidos en la muerte
Pero permite que nuestra carne se mantenga fresca como
                                                                            [repollos
Haznos firmes como peces rosados
Déjanos tentarnos uno al otro, nuestros ojos profundas
                                                                           [mariposas

Ten piedad de nuestras bocas nuestros intestinos nuestros
                                                                                [cerebros
Déjanos siempre saborear la dulzura del cielo del atardecer
Bañarnos en mares cálidos, dormir con el sol
Rodar pacíficamente en bicicletas a través de relucientes
                                                                             [domingos

Y gradualmente nos pudriremos como viejas naves o árboles
Pero mantén al Dolor lejos Mío Señor
Que otros puedan soportarlo
Ser tomados bajo custodia, desmenuzados
        Drogados
        Colgados
        Azotados
        Usados
        Torturados
        Crucificados
        Severamente interrogados
        Ubicados en arresto domiciliario
        Recibir trabajos forzados
Borrados a oscuras islas hasta el fin de sus días
Gastándose en húmedos pozos hasta ser limosos verdes
                                                               [implorantes huesos
Gusanos en el estómago cabezas llenas de clavos
Pero no Yo
Pero nunca damos Dolor ni queja


Breyten Breytenbach



De Lewendood - 2.16
(Pretoria - Cuando la lluvia cuelga del cielo)

Cuando uno del servicio civil cae como llovido del cielo
se inclina contra una tarde de verano hundiéndose
como huellas de coche, como fósforos
que palpitan y después son asesinados y
arden lentamente -
luego, detectives se agachan hacia sus maletines para
guardar sus revólveres de servicio y portacomidas
(mañana las migas serán sangrientas)
aquietan los abanicos de palma
van y se paran ante la ventana    atentamente miran y dicen:
está lloviendo”
y aquí arriba en la prisión
hay un cuadrado de tierra
ventilado entre las paredes grises y altas
con el olor amargo y duro de algo húmedo
que se está quemando (¿o algo quemado
que lo están rociando?)
chilla una gaviota sus patas chamuscadas
y bandidos que esperan a que ella aletee
hacia las rejas
olfatee los pasajes de aire y diga:
¿Acaso llueve?

sólo después las flores empiezan a humear

Breyten Breytenbach


"El ser humano, fisiológica y existencialmente, está programado para contener una cierta cantidad de experiencia y conocimiento que no es infinito. El pasado siempre está cambiando. Recordamos partes, reinterpretamos, reinventamos, remodelamos, por la conciencia, la imaginación, la identificación. Es difícil volver atrás y encontrar lo que debió ser. En el momento en que escribimos sobre algo, lo reemplazamos. Por supuesto, podemos tomar el apartheid y desmantelarlo, ver las leyes que lo regían, ver la ideología, incluso las implicaciones religiosas y la angustia existencial de personas que se consideraban pioneros y descendientes de europeos. Podemos ver la locura de intentar encontrar la pureza donde no existía. Y podemos ver la corrupción del poder, la violencia, la tortura, La ejecución. Y ver cómo la sensibilidad de la gente se embota cuando vive dentro de un sistema donde la gente es asesinada por el Estado.
No solo gente dentro del sistema, sino gente normal, profesores, abogados, jóvenes ... La imposición de una minoría colonial que había que pelear con una larga lucha por la liberación. El apartheid dejó un legado y no ha terminado. No se puede decir que se detuvo allí. Los nuevos sudafricanos se sienten incómodos cuando hablo de los torturadores, la policía, y digo que han cambiado mucho, que quieren desesperadamente ser parte de la nueva realidad. Ellos renacieron. Esto implica una gran falta de memoria, de olvido. Me doy cuenta de que es difícil de digerir y que la gente intenta echarle la culpa. La gente ha perdido su utilidad, y no solo los blancos. En la época del apartheid, un intelectual o un escritor tenía cierta influencia, por las leyes, la censura, se definía el propósito, se validaba, luchar contra el sistema. Una persona como yo, un operador político aficionado, nunca iría a la cárcel."

Breyten Breytenbach


Exilio, representativo

para F.M. y M.K.

te vuelves menos ágil, más sumiso,
con grandes gordos en el cuerpo,
como hormigas muy hondo en un animal muerto,
un día te consume,
tus ojos arden más en la soledad

vives como si nunca fueras a morir
porque aquí no existes
y sin embargo la muerte camina en tu cuerpo,
abajo hasta los intestinos
la muerte está enredada entre tus alas

la tierra se hunde tras tus ojos,
las colinas se aquietan, el verde del vacío,
tus manos y tu sonrisa desaparecen,
las fotos y los panfletos están pegados
en los recuerdos: la experiencia es un sueño

aprendes a rogar
y a ofrecer tercamente la cruda contrición de tu pueblo
a los insaciables burócratas,
los Funcionarios de la Conciencia del Mundo: miras
el espejo por los huecos de sus corazones

con la luz del día todavía estás despierto,
tu boca gris de tanto murmurar;
las palabras se arremolinan como parásitos en torno a tu lengua
y hacen nidos en tu garganta

en la multitud siempre eres un fugitivo,
no fumes, no bebas:
¿no es tu vida un arma?
decaes envenenado por la desesperación
abaleado como un perro en una calle sin salida

y para el momento en que desees romper el cráneo del día
y gritar: ¡miren, mi pueblo está de pie!
¡aquí viene la explosión madre! ¡poder!
habrás olvidado los silencios del lenguaje
de modo que las hormigas saldrán lentas del grito
eructado por tus entrañas: guerrilleros ciegos

Breyten Breytenbach



Espía

                                                              Para Stephen L.

amigo, me preguntas cómo es esto de vivir en el exilio
¿qué te puedo decir?      
¿que soy demasiado joven para la resistencia encarnizada
o demasiado viejo para la sabiduría y la resignación
a mi Destino?
¿que soy solo uno de muchos,
los inadaptados,
los innúmeros exiliados, vagabundos,
ciudadanos de las entrañas de la tiniebla,
uno de estos “franceses con problemas foniátricos”
o acaso también que aquí me siento como en casa?

Sí, pero también diré que reconozco las moradas de la soledad,
la contaminación de los sueños, los residuos de recuerdos,
el delgado gemido de un violín
donde los ojos miran lejos y siempre más lejos,
los oídos mudos escuchan para adentro
– y que yo como un mendigo
pido la limosna de “noticias de casa”
pido la clemencia de un“¿te acuerdas?”
la misericordia de “un día de estos”
pero los recuerdos se me escapan,
las canciones se diluyen
los rostros no me dicen nada
el sueño está soñado
y como los cabellos de una mujer en busca del amor
te abandonas en una masa anónima que arrastra los pies
de revolucionarios envejecidos antes de tiempo,
de poetas sin lengua y de pintores ciegos,
de cartas sin noticias como un mar sin mareas,
de los que se ahogan en el infantilismo de los deseos,
de los que invocan espíritus con incienso,
evocan paisajes con la lengua,
y los que saben inmolarse

– ¿tengo que darle un sesgo más profundo?
¿que todos somos apenas exiliados de la Muerte
y que pronto podremos retornar a casa?
no – porque ahora comenzaré, tanteando con manos gangrenadas
a entender a los que nos precedieron
y  solo te pido
en nombre de lo que tú preguntas
obrar bien con los que vendrán después de nosotros

Breyten Breytenbach



La ciudad Negra

mantente lejos especialmente de la amargura,
niño negro,
esto y aquello no te es permitido soñar;
ten cuidado de no asfixiarte en ojos rojos,
que tu cuerpo no se inflame y enrancie por la bilis
que cruza constantemente a través de venas fosforadas;
mejor corta y peina regularmente tu árbol de papaya
y recuerda que las nubes actúan para ti también y las ratas comen desperdicios
Deseo recordar una ciudad negra, niño negro
donde tú puedas henchirte con soberbia luz;
las gaviotas bailan como globos rojos sobre la playa
de modo que tú también puedas reír y regocijarte,
acariciar el agua y construir ciudades de arena,
también decir cientos de bromas de arriba a abajo
cuídate particularmente de la leche negra de papaa
de la amargura, niño negro,
quien la coma morirá por lanzas
y en bibliotecas,
morirá totalmente solo en la boca
mira, sobre el mar un sol nace
con una mano derecha y una mano izquierda
y será negro
tan ardoroso y tan negro como el canto del gallo.

Breyten Breytenbach



Polvo

amigo: ¿a quién debemos dirigir estas escrituras?
¿quién robó al mañana su movimiento-sueño de vivir
para dejarnos solamente con ayeres descendentes?
¿por qué la sal de nuestros pescados es ahora ceniza?
¿y puede el arte del payaso, entramado de palabras, salvarnos
ahora que el planeta expele y castiga
y la luna irrumpe como una piedra de su pozo?


amigo: ¿a dónde se dirige la cometa
con esas flores de papel que tiemblan al viento
y por qué se sostiene tan queda
en la respiración de la historia?

Breyten Breytenbach


"Todos somos nómadas."

Breyten Breytenbach








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