"¡Amigos, estudienme y sacarán algo delicioso!"

Clemente Rebora



Desde la imagen estirada

Desde la imagen estirada
miro el instante
con inminente expectativa -
y no espero a nadie:
en la sombra iluminada espío
la campana
que esparce imperceptiblemente
un polen de sonido -
y no espero a nadie:
entre cuatro paredes
asombradas de
más espacio que un desierto
no espera a nadie.
Pero tiene que venir, vendrá,
si me resisto a
florecer sin ser visto,
vendrá de repente,
cuando menos lo note.
Casi perdonará
lo que mata,
vendrá a hacerme seguro
de él y de mi tesoro,
vendrá como un refrigerio
para mis y sus dolores,
vendrá, tal vez
su susurro ya esté llegando.

Clemente Luigi Antonio Rèbora



De la imagen tensa

De la imagen tensa
vigilo el instante
con inminencia de espera –
y no espero a nadie:
en la sombra encendida
espío la campanilla
que imperceptible expande
un polen de sonido –
y no espero a nadie:
entre cuatro muros
estupefactos de espacio
más que un desierto
no espero a nadie.
Mas debe venir,
vendrá, si resisto
a florecer sin ser visto,
vendrá de improviso,
cuando menos lo advierto.
Vendrá casi perdón
de cuanto hace morir,
vendrá a cerciorarme
de su tesoro y el mío,
vendrá a resarcir
mis penas y las suyas,
vendrá, quizá ya viene
su susurro.

Clemente Rebora


"El mal es el bien más fuerte."

Clemente Rebora



Oh poesía, en el lúcido verso

Oh poesía, en el lúcido verso
que la ansiedad de primavera exalta,
que la victoria del verano asalta,
que esperanzas en el ojo del cielo llamea,
que alborozos en el corazón de la tierra conflagra,
oh poesía, en el lívido verso
que lodo de otoño chapotea,
que quiebra carámbanos de invierno,
que salpica veneno en el ojo del cielo,
que estruja heridas en el corazón de la tierra,
oh poesía, en el verso inviolable
aprietas las formas que dentro
malvivas se desmayaban en el efímero
gesto cobarde, en el aire
sin respiro, en el paso
indefinido y desierto
del sueño disperso,
en la orgía sin placer
de la ebria fantasía;
y mientras te levantas para quedarte callada
sobre la algarabía de quien lee y escribe,
sobre la malicia de quien lucra y varía,
sobre la tristeza de quien sufre y ciega,
tú eres la algarabía y malicia y tristeza,
pero eres la charanga
que ritma el camino,
pero eres la alegría
que alienta al vecino,
pero eres la certeza
del magno destino,
¡oh poesía de estiércol y de flores,
terror de la vida, presencia de Dios,
oh muerta y renacida
ciudadana del mundo encadanada!

Clemente Rebora


Viático

Oh herido allá en el valle,
tanto clamaste
si tres compañeros ilesos
cayeron por ti que cases no eras.
Entre cieno y sangre
trunk sin piernas
y tu lamento todavía, piedad
de nosotros
dolientes y no sta fin la hora,
apresura la agonía,
tú puedes terminar ,
y de consuelo te sea
en la demencia que no sabe enloquecer,
mientras se sostiene el momento
el sueño sobre el cerebro ,
déjanos en silencio -
gracias, hermano.

Clemente Rebora













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