Cierta música del boscaje
se desliza al costado de las cosas
que viajan
recordando la redondez de la tierra
vuelta a despertarnos
con el sonido del tren
deshaciéndose en humo
desde la colgadura del cielo
que nos imanta
sin poder alejarnos
como si fuéramos una insistencia
en la atroz inmensidad.

Celia Clara Fischer



De esto se trata el canto de la noche                     
beber flores de diente de león
bajo la oscura claridad
que cae de las estrellas
y migrar hacia lo inefable
al son de los grillos de la memoria
hasta que se pierde la voz
en el silencio absoluto de la palabra.

Celia Clara Fischer




Del movimiento de voces
asoman esos niños junto a la vertiente
y el perro que salta la pared
es el mío
y es mía la habitación a oscuras
donde ha regresado mi madre
sigo caminando
pero son las montañas
que de perfil se deslizan sin detenerse
cuando de un cello llega el canto del cisne
y el campanario desembarca en lo abierto.

Celia Clara Fischer




Heinrich von Kleist

La música de las esferas
gozoso cobijo deslumbrando
la carne todavía temblorosa
de un Aquiles sangrante
en la boca de Pentesilea
del cielo caen palabras
que sólo son palabras
abrazadas a sí mismas
constelaciones
a punto de resucitar en Etiopía
el hueso que las contiene.

Celia Clara Fischer



Oceánicos espejismos fecundan
este invierno de cordilleras
como si no bastara el deseo que gravita
en la luz
el perfume de las hojas de la noche
da forma al animal transparente 
de los manantiales
lamiendo los pasos de Orfeo
guarecidos en la roca
epifanías de otro lugar
llegan con su silencio
recuerdos que no son nuestros
pero nos pertenecen.

Celia Clara Fischer



Puntos en abismo
dislocan el espejo
cuando se extraña la inocencia

el cuerpo
ungido de memoria
contempla su niñez
detrás del azogue

palabras vienen
a la oscuridad de la tinta
ese tordo azul
que desaparece con el sueño
arrastrando hacia el mar
el vuelo de todos los pájaros.

Celia Clara Fischer








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