Como alma fija

Me queda esta imagen rauca
clavada en equilibrios que nunca escribiré
y estos ojos de otoño, diseminados
en el florero, en una mañana sin espacios,
cuando ignoraba tus suicidios cotidianos
y no me importaba ser un piano
bajo tus dedos blandos como teclas negras:
has dejado este espejo, que cada noche
se encarna más, como alma fija.

Gianpaolo G. Mastropasqua



El poeta 

Yo vivo en un metro cuadrado que me ama
mañana nos casaremos con el sacerdote blanco de la muralla
con la cal santa en la cabeza. Y escribió
con las manos clavadas en el cerebro
en la tarde de una pequeña luz:
esta historia es un juego de ajedrez
que el loco - ¡ahí estoy yo!
Distraído, se comió él mismo para cenar.

Gianpaolo G. Mastropasqua



Llama alquímica

Sobre la frente de la materia nunca detenida
que imperceptiblemente te oprime
como una arcaica madre obsesiva
yo bebo los albores de cada edad como
un perro callejero herido por las blasfemias
de los palacios, me hago el muerto
en tu olor a antimonio puro
para refugiarme en tu profecía
en el himno del ombligo mineral
remonto el cordón celeste de la sabiduría
furioso y mudo como Giordano en llamas.

Gianpaolo G. Mastropasqua



Mediterráneo 

Cuando éramos dioses y caminábamos con árboles
y túnicas, ellos eran almas y animales vivos
y todavía celebrábamos los cumpleaños de las nubes
y a la hora bailamos sobre el agua como anémonas
y llamábamos a Israel la nieve del desierto
y el niño arcángel que dominaba el abismo
y el Los manantiales cantaban de los mares a la fuente
y las hojas eran veleros y lenguas al unísono
y las ramas trascendentes puentes de luz
y el monstruo imposible era libre de amar
y a cada paso un sabor y un nombre pedante
y las cuevas apenas eran ojos abiertos sobre lo desconocido.
y las piedras hablaban en el día concéntrico
ahora que caminamos sin piernas arrastrándonos
entre la multitud pisoteada por el silencio asesino
y las fiestas nucleares nos esperan en la puerta
y soñamos hechos jirones entre el aliento de las bombas
y llamamos vida heroica al abrazo del plomo
y las piedras son masas que piedra en el pasto
y las hojas y los árboles han terminado la primavera
y el mar de la lengua Ya no se habla de petróleo
y las luciérnagas son negras y la gaviota es un cuervo
y el pico una laminilla vibrante que penetra
y desgasta la fauna que amontona los pensamientos en cadáveres
y el monstruo imposible ya está en una jaula desde hace tiempo
y los puños se pelean en el El aire sangriento
y las canteras tienen olor a fosas comunes
y cada paso es un pantano del que para salir vivos
procedemos somos nadie sabe por qué dormimos.

Gianpaolo G. Mastropasqua



No hay comentarios: