Después de años

Hoy, desde lejos, te vi
alejarte, y sin un sonido
la resplandeciente cara de un glaciar
se hundió en el mar. Un viejo roble
cayó en las Cumberlands, levantando apenas
un puñado de hojas, y una anciana
que esparcía maíz para sus gallinas levantó la mirada
por un instante. En el extremo opuesto
de la galaxia, una estrella treinta y cinco veces
mayor que nuestro sol explotó
y se desvaneció, dejando una pequeña mancha verde
en la retina del astrónomo
como si éste estuviera de pie en la gran cúpula abierta
de mi corazón sin nadie a quien contárselo.

Ted Kooser


En enero

Sólo una celda en la helada colmena de la noche
está iluminada, o eso nos parece:
este café vietnamita, con su luz grasienta,
sus olores, cuyas vistosas formas son como flores.
Riendo y hablando, el tictac de los palillos.
Más allá del cristal, la ciudad invernal
cruje como un viejo puente de madera.
Un gran viento sopla debajo de todos nosotros.
Cuanto más grande la ventana, más tiembla.

Ted Kooser



Un feliz cumpleaños

Esta tarde me senté junto a una ventana abierta
y leí hasta que la luz se hubo ido y el libro
no era más que una parte de la oscuridad.
Podría fácilmente haber encendido la lámpara,
pero quería cabalgar este día hasta la noche,
sentarme solo y acariciar la ilegible página
con el pálido y gris fantasma de mi mano.

Ted Kooser











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