El texto principal de la medicina tibetana son los Cuatro Tantras (Gyud zhi), que los tibetanos consideran un terma (revelación mística) descubierto por Trawa Ngonshey en el siglo XI. Según esos textos ancestrales, la raíz de todas las enfermedades de la mente y el cuerpo es el apego al yo. Los venenos que destila la mente como consecuencia de ese apego son la ignorancia, la aversión y el deseo.

 Las enfermedades físicas se dividen en tres grandes grupos:

1. La falta de armonía del viento o energía, que generalmente se centra en la parte inferior del cuerpo y es de naturaleza fría; su causa es el deseo.

2. La falta de armonía de la bilis, que suele situarse en la parte superior del cuerpo y es caliente; su causa es la aversión.

3. La falta de armonía de la flema, que se concentra en la cabeza y es de naturaleza fría; su causa es la ignorancia.

Estas tres categorías, deseo, ignorancia y aversión, así como las temperaturas asociadas a ellas, todavía pueden ser muy útiles hoy en día para determinar qué ejercicios de meditación resultan más convenientes, según la naturaleza y el estado emocional de cada individuo.

Según la medicina tibetana, el mejor método para conseguir una buena salud física y mental consiste en llevar una vida apacible, libre de aflicciones emocionales, y combatir el apego al yo.

Trawa Ngonshey
Tomada del libro El poder curativo de la mente de Tulku Thondup

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